Carpintería Soler de Barbastro está celebrando a lo largo de 2024 los 90 años manteniendo ese espíritu de trabajo artesanal y el trato exquisito con los clientes que le ha llevado a ser una de las referencias del Somontano y a trabajar en Barcelona o Francia.
Los comienzos de la Carpintería Soler
Fundada en 1934 en el Paseo del Coso 20 -en lo que fue el Bar Coso 22- por José Claver Coscojuela -abuelo materno del actual propietario Pepe Soler-, la carpintería atendía las demandas de la época, especialmente la reparación de aperos agrícolas como los carros y carretas, pero también mobiliario para el Casino de Barbastro y después de la Guerra Civil incluso para la cárcel de las Capuchinas. Así queda recogido en el libro de contabilidad del señor José, una reliquia documental para interpretar el Barbastro de los años 30. La factura más antigua recogida en ese libro lleva el nombre de Domingo Armengol, propietario del obrador La Flor de Aragón -hoy una agencia de viajes-.
La Guerra Civil condicionaría la continuidad del negocio puesto que el padre de Pepe marcharía huyendo de los bombardeos de su casa del Entremuro a Francia al cuidado de unos familiares en Tarbes. Allí aprendería el oficio de carpintero y con la ocupación nazi de Francia regresaría a Barbastro donde conocería a su mujer y se haría cargo de la carpintería de su suegro. Del Coso pasaría a la avenida Navarra, junto al actual Bar Ordesa.
“Mi padre empezó a hacer ventanas, puertas, la carpintería tradicional”, cuenta Pepe, tercera generación, ya en la calle Benasque. “Hacemos lo que nos pide el cliente, puertas, ventanas, decoración, obras, muebles, vestidores, …”, comenta Pepe.
La pérdida de oficios en Francia hace que más allá del túnel de Bielsa se requieran los servicios de la carpintería Soler, al igual que en la capital catalana donde es difícil encontrar carpinteros para trabajar de forma exclusiva en una obra. Ante la escasez de gremios, Soler anima a los jóvenes a continuar con “un oficio que es bonito y pueda subsistir durante varias generaciones más”.
Carpintería Soler de Barbastro en la actualidad
Carpintería Soler cuenta con cuatro empleados que ofrecen su oficio artesanal frente a las grandes marcas comerciales. “Hay muchos almacenes que venden parqué, ventanas, puertas. Lo estandarizan todo porque tienen cuatro modelos, nosotros aportamos diferenciación, hacemos puertas, muebles y acabados diferentes. Y la calidad, trabajamos con maderas nobles y con clientes de toda la vida a los que tienes aprecio y un respeto. No se trabaja igual para gente que no conoces, porque el cariño con el que haces las cosas se pierde por el camino. A nosotros no nos gusta encasillarnos en hacer siempre una misma cosa, yo me divierto mucho haciendo cosas diferentes”, comenta Pepe.
Para ahondar en esa diferenciación que comenta, han abierto frente al taller una exposición donde presentan algunos de sus trabajos y ventanas y puertas de madera y de pvc, cristalería, …“las cosas que se pueden hacer para que la gente pueda ver y palpar. Una muestra de lo que hacemos como armarios corredores, empotrados, distribuciones diferentes, accesorios, … todo para que el cliente se haga una idea real de lo que hacemos”.
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