Curiosamente, sin siquiera saber que el 19 de octubre se celebraba el día de las catedrales, en el telediario salió un pequeño reportaje del monasterio-catedral de Roda de Isábena (en la provincia de Huesca), lugar con el que mi familia tenemos un gran vínculo por varias razones:
Mi marido nació en este pueblo, allí pasamos una parte de nuestras vacaciones, y celebramos nuestra boda en ese conjunto monumental formado por la iglesia-catedral y el claustro, alrededor del cual se distribuyen una serie de dependencias relacionadas con la vida monástica (sala capitular y refectorio).
Tanto por su concepción arquitectónica como por su belleza estética, he de decir que la cripta que hay en su interior puede considerarse excepcional. En ella se ubica el sarcófago de San Ramón. Es románico del siglo XII y todavía conserva su policromía. El claustro es del mismo siglo, con un aljibe que ocupa el centro y que tiene grabada la fecha 1608.
Un detalle que no puede pasar desapercibido, y que en televisión también se nombró, es que éste dispone de un número de inscripciones funerarias de las más importantes que se conocen, cuya finalidad era recordar a aquellos monjes ya fallecidos para que cuantos deambularan por el claustro pudieran ofrecer oraciones por sus difuntas almas.
No me perdonaría si no nombrara el antiguo refectorio, hoy restaurado y realizando una gran función para goce y disfrute de visitantes.
Finalmente, quiero añadir la frase que aparece en un cartel al entrar en Roda de Isábena “Uno de los pueblos más bonitos de España”.