Cecilia es una escaladora profesional con raíces en Barbastro, concretamente aquí nació su padre, el político León Buil Giral, pero también tiene vinculación con Bielsa y precisamente es allí donde reside. ¿-Dónde si no iba a buscar en los fríos inviernos un lugar mejor para escalar en hielo?.
Ser escaladora profesional es tarea ciertamente difícil y en las respuestas al público, al finalizar su exposición, explicó que estas conferencias junto con algunos patrocinadores y mucho trabajo de guía en los veranos le han permitido dedicarse a fondo al mundo de la montaña y lo que es más difícil, vivir de ello.
Comenzó escalando en roca, abriendo vías o repitiendo otras consideradas clásicas pero muy lejos de aquí, en EEUU o en el Himalaya. Allí se dio cuenta que a gran altura se empieza escalando en roca pero se termina llegando al terreno del hielo y por eso se fue acercando a su técnica aunque al principio la idea no le sedujera en absoluto.
Lo que en un principio no era más que un medio en busca de concluir vías altísimas poco a poco se convirtió en un fin, disfrutar de esas líneas de hielo que se forman no siempre de la mismo modo o en los mismos lugares en forma de cascadas a veces de 7+ con techos o extraplomos. Esta mujer decidida y valiente en 2014 diseñó su proyecto, HUELLAS ON ICE, y comenzó a visitar los distintos continentes preferentemente con mujeres como compañeras de cordada. Así estuvo deambulando mucho en Sudáfrica para encontrar el único lugar con su cascada helada que escaló aprovechando además para fotografiar animales salvajes y siendo siempre receptiva a la gastronomía autóctona así como a costumbres y gentes.
Ofreció también imágenes espectaculares de Chile, Nueva Zelanda, Turquía y dejando muy claro lo difícil que es encontrar estas cascadas casi siempre vírgenes lo cual la ha obligado a pasar muchas jornadas recorriendo valles o contactando con lugareños que se prestaran a orientar sus búsquedas.
Su última compañera, Ixchel, estuvo presente en el auditorio y entre las dos asombraron a todos con la naturalidad con que se enfrentan al incierto fin que ellas mismas se han fijado: visitar todos los continentes clavando los crampones y piolets allá donde la temperatura se lo permita.
Se han propuesto visitar Noruega y seguro que encontrarán algún valle o fiordo perdido donde abrir una nueva vía de hielo. Esperaremos ansiosos para volver a citarlas dentro de unos inviernos en los que ojalá el cambio climático no impida congelar escorrentías y arroyos colgados sobre el abismo.
Ha sido un placer volver a escuchar a Cecilia. Solo queda decirle: ¡Hasta pronto!