El Centro de Desarrollo del Somontano (CEDER) rindió un homenaje sorpresa la pasada semana a la que fuera la primera presidenta de este organismo, Maria Eugenia Claver, que ha estado ligada a la entidad en diversos cargos desde su creación en 1995 hasta la actualidad. Claver, que actualmente representaba al colectivo de amas de casa, usuarios y consumidores del Somontano, deja el CEDER tras una dilatada de trayectoria para poder dedicar tiempo a su familia.
Sus compañeros del CEDER le organizaron comida sorpresa en el bar restaurante Trasiego que sirvió además de despedida de reconocimiento por toda su labor en las distintas áreas de responsabilidad por las que ha pasado.
Allí estuvo el entonces presidente de la Mancomunidad del Somontano Antonio Cosculluela, el gerente Javier Sazatornil, los sucesivos presidentes del CEDER Jaime Facerías y Mariano Altemir, los trabajadores de la casa encabezados por la gerente Paloma Fábregas y los integrantes de la junta que gestiona los fondos de cohesión social provenientes de Europa, del Ministerio y de la Comunidad Autónoma, y de los que tanto se ha beneficiado esta comarca.
Geni Claver llegó al cargo tras ser la primera y hasta el momento la única alcaldesa de Barbastro por el PAR. Su elección como presidenta del CEDER fue avalada por el socialista Cosculluela y otros protagonistas de la vida política del momento «por su perfil de persona de consenso y su trato dialogante», como recordó el actual alcalde y presidente de la DPH.
Por su parte, el actual presidente del CEDER Mariano Altemir destacó el intenso trabajo de Claver y sus equipos, así como la evolución que ha tenido la entidad plasmada de forma muy fehaciente en el territorio. «Antes no teníamos la credibilidad que tenemos ahora, cuando la gente puede quedarse a vivir aquí. El territorio no tiene nada que ver con lo que tenemos ahora. El CEDER que inició Geni con su sentido común y generosidad ha servido para dar apoyo a emprendedores y para su formación», afirmó.
Claver inició su andadura como presidenta del CEDER con la primera llegada de los fondos de cohesión europeos que motivaron la creación de este tipo de organismo para su gestión y fomentar el desarrollo del medio rural. De la misma época es la creación de la Red de Agrupaciones de Desarrollo Rural de Aragón, que también presidió Claver al entenderse que el trabajo desarrollado en Somontano estaba siendo modélico. «Siempre me han gustado los retos y el CEDER tiene algo de especial porque es algo para el territorio. No teníamos ni idea, ni tampoco la gente del territorio pero la gente de aquí era imaginativa y sabía lo que teníamos que hacer para dignificar la vida en el medio rural. El CEDER ha sido el empuje para que la el territorio salga adelante», explicaba emocionada.
La primera presidenta recordó como en los orígenes le tocó incluso «montar ferias o crear eslóganes» para animar a los emprendedores de las ayudas y las iniciativas de formación o promoción que el CEDER ponía a sus servicios. «Lo primero que hicimos fue hacer un estudio sobre los puntos débiles y las fortalezas y eso nos ha marcado la actividad del CEDER», apuntó a la vez que afirmaba con orgullo que «el Somontano de hace 17 años no tiene nada que ver con el de ahora y está mucho mejor».
La promoción turística, conservación de patrimonio, para incentivar a la creación de casas de turismo rural u hoteles con encanto, ayudas para mejorar la calidad de los productos agroalimentarios u otros servicios, y sobre todo convertir el Somontano en una comarca donde poder emprender y desarrollar un proyecto vital han sido las coordenadas que ha seguido el CEDER.
Claver reconoció el trabajo de todos los técnicos, de los integrantes de todas las juntas que han formado parte de la entidad en estos 17 años pero especialmente tuvo claro que «lo importante son los promotores, la gente emprendedora. Lo mejor es ver como los negocios que ayudamos a crear van hacia delante y que la gente está viviendo de sus proyectos».
Y reivindicó a las administraciones mayor calidad de vida y apoyo al medio rural: «Entonces nos preocupaba que la gente se quedara en el medio rural, que la mujer trabajara y que llegaran nuevos pobladores. El medio rural todavía necesita mucho apoyo y no se puede entender una sociedad de futuro sin que la gente del medio rural pueda vivir de forma digna», sentencio.