Estela Puyuelo (Barbastro). En tiempos de crisis a todos los niveles, y más, de crisis cultural todavía podemos hablar de pequeñas acciones maravillosas que ocurren en también pequeñas localidades, pero con una calidad humana grandiosa.
Es el caso del Colectivo Mangudo de Laluenga, una Asociación Juvenil que nace en el verano de 2010, con el fin de «colectivizar» y aunar esfuerzos culturales y de raíz entorno a la localidad. En la actualidad cuenta con 60 socios, todos los jóvenes de la localidad: 18 de 35 años y 25 de más de 35 años.El Colectivo lleva a cabo multitud de actividades culturales diversas a lo largo del año, entre las que destaca la entrega del premio «Mallacán Vivo» que se entrega a personas dinamizadoras de la cultura altoaragonesa y que recayó en su primera edición en la Ronda de Boltaña.
Pero, además, estos jóvenes se han encargado de recuperar y reavivar muchas tradiciones desaparecidas en la localidad, como la tradicional «Tronca de Navidad» y el «Cabo d’año», donde los más pequeños reciben regalos de sus familiares. Además, se encargan de preparar las «Fogueras de San Sebastián» o fiestas de invierno de la localidad, con presencia de «os Manguilitrons», unos seres ancestrales que acuden todos los años a la ronda. Realizan una «Fiesta de la torteta», con degustación de productos del cerdo y, en el mes de mayo han instaurado la popular comida en la romería a la ermita de San Juan.
También la asociación organiza actividades deportivas, como torneos comarcales de fútbol sala (uno en verano y otro en invierno), jornadas de senderismo y de deportes de aventura y un campus infantil en verano y cursos de bailes de salón.
Viajes culturales (como el que tuvo lugar en septiembre, a Bilbao), y diversos cursos (bailes de salón, actividades físico-deportivas impartidas por Jesús Ríos para los niños en horario vespertino, talleres de risoterapia y primeros auxilios…) o una reforestación prevista para la Semana Santa son otras de las actividades organizadas por este Colectivo de Laluenga.
En palabras de su presidente, Chaime Capablo, «Desde que nació el proyecto esto es nuestro andar. Estamos intentando llegar a los más jóvenes y, aunque no nos está siendo fácil, tenemos que dar las gracias a todos los socios que ayudan, colaboran y creen en la juventud para revitalizar el medio rural, lleno de necesidades pero a la vez oportunidades. Nuestro objetivo es dar valor a lo nuestro, a nuestra cuna, a aquellas personas humildes que soñaron con darnos un futuro en nuestra tierra y a aquellos que lucharon y luchan porque Laluenga siga siendo un núcleo de vida en este mundo».