Javier Cavero.
Este miércoles la localidad de Colungo celebró sus fiestas menores en honor a la Virgen Mártir Santa Eulalia.
Por la mañana hubo bandeo de campanas, lanzamiento de cohetes y se prendió fuego a la hoguera que se hizo en la plaza.
A las cinco de la tarde tuvo lugar la procesión por las calles llevando en la peana a la Virgen, seguida del párroco, las autoridades locales y los vecinos del pueblo, hasta llegar a la ermita de Santa Eulalia, ubicada en el cementerio.
Por el camino se fue rezando el rosario y una vez en la ermita, los vecinos interpretaron el himno a Santa Eulalia es muy emotivo y está compuesto por los propios vecinos, en el se pide que bendiga al pueblo y nos proteja de todo mal.
La ermita fue restaurada a finales del pasado año ya que se encontraba en muy mal estado y también se en cemento el cementerio que estaba de tierra.
A la vuelta en la iglesia de San Esteban se oficio la Misa y el párroco D. José María Cabrero, bendijo los panecillos, unos trescientos aproximadamente, que se repartieron al salir junto con el jamón, para comerlo alrededor de la hoguera.
La lluvia tampoco quiso perderse la fiesta y fue necesario sacar los paraguas, aunque pronto amaino.
A la fiesta acudieron el presidente de la Diputación de Huesca, Antonio Cosculluela y el Presidente de la Comarca del Somontano, Jaime Facerías.
Las actividades festivas continuaran el sábado con una cena de hermandad que pondrá el broche final.
Se trata de una fiesta muy querida y entrañable para todos los vecinos del municipio y pese a caer entre semana hubo bastante gente, entre vecinos del pueblo y personas que están fuera y vienen este día para honrar a nuestra patrona Santa Eulalia.
¡Viva Santa Eulalia!