El domingo 24 de mayo se celebra en la Feria de Barbastro la segunda edición del Desembalaje de Antigüedades «El Desván». Una buena oportunidad para profesionales y aficionados de las antigüedades que deseen adquirir piezas de anticuario a precios muy interesantes.
El número de expositores supera ya el de la última edición, y siguen aumentando en las horas previas al certamen. Los dos mil metros cuadrados de pabellón están ya totalmente completos con los 18 anticuarios procedentes, principalmente, de Aragón, Cataluña, Navarra, País Vasco y Francia.
Toni Buil, expositor de El Desván, destaca de este modelo de venta en el que «se puede encontrar una gran variedad de estilos, calidades y precios. Permite llevar piezas más curiosas, rarezas de coleccionista, incluso piezas en estado original, sin restaurar, que permiten conocer el estado de la pieza». Además añade «se pueden encontrar mejores precios y un ambiente más auténtico en el que se puede buscar entre las piezas para encontrar la deseada».
Por otro lado, Paco Jiménez de Alquézar, otro de los expositores del certamen, comenta que las antigüedades son una buena inversión, puesto que «se pueden encontrar muebles de gran calidad muy difíciles de localizar en el mercado».
Las antigüedades se han convertido en los últimos años en objeto de deseo de decoradores e interioristas. Las nuevas tendencias marcan el gusto por la fusión entre estilos y épocas creando ambientes eclécticos. Entre las más buscadas los visitantes de El Desván podrán encontrar desde lámparas y teléfonos de los años 70, sillones de los años 50, mueble industrial francés, carteles antiguos publicitarios y de cine, teléfonos, muebles de estilo rústico, joyería y bisutería, etc. Los precios variarán desde los cinco euros de algunas piezas de colección, a por ejemplo, 200 € de una cómoda o los 70 € una mesilla.