Tras el requerimiento de los medios para conocer mi opinión sobre la fallida moción de censura en Olvena, presentada por el concejal del PP, Martínez y que apoyé puntualizar lo siguiente:
1.- Presté mi apoyo al concejal Martínez porque considero que la gestión de la alcaldesa Gúdel es contraria a los intereses de Olvena. El rechazo por parte de ésta a una subvención aprobada para conseguir traer riego del CRAYO ha indignado a los agricultores afectados.
El agua es riqueza para un pueblo. No entiendo este tipo de actuaciones ni cómo se puede instar a la CHE desde la propia alcaldía a que rebaje 16 veces la disposición de agua a la que se tenía opción.
2.-No me extraña la abstención de Martínez porque sabía que estaba recibiendo presiones importantes por parte del Presidente del PP de Huesca , José Antonio Lagüens para parar la moción. La excusa dada por Martínez ayer, según sus propias palabras: » existían contadores que estaban al revés» me parece poco consistente porque eso ya lo sabíamos los dos y lo que queríamos era acabar con ese tipo de irregularidades y afrontar los problemas y buscar soluciones.
3.- Los conflictos en el consistorio, lamentablemente, van a continuar. Es un problema enquistado. Lagüens conoce de primera mano, al ser durante el mandato de Gúdel padre, secretario de Ayuntamiento de Olvena el tipo de circunstancias que se han dado durante décadas durante los gobiernos de éste y que continúan con los de Gúdel hija. Problemas que todavía están por resolver como por ejemplo la deuda de agua, que a fecha de hoy, la actual alcaldesa tiene con el Ayuntamiento por las auto lecturas (la familia Gúdel era la encargada de leer los contadores de agua) irregulares del contador de su explotación ganadera. Eso es sólo una muestra de la infinidad de temas que durante décadas han crispado la vida en nuestro municipio.
Por eso tampoco entiendo el apoyo de Lagüens a la alcadesa Gúdel, después de las reuniones que he mantenido con él y Martínez , manifestándole, ambos, el descontento por la gestión de la alcaldesa y poniéndolo al tanto de todas sus actuaciones en contra de los intereses de Olvena. Incluso el propio Lagüens fue en un primer momento quien instó a Martínez a que presentara la moción de censura.
4.- Una solución posible que podría acabar con esta situación sería que desapareciese el Ayuntamiento de Olvena, en realidad son 35 las personas que viven allí, y pasásemos a ser agregados a un municipio más grande, como ocurre en pueblos pequeños y próximos como Artasona, Enate o Coscujuela de Fantova que están agrupados el El Grado.
Es una pena. Pienso que nuestros representantes políticos deben estar para solucionar los problemas de los ciudadanos, no para crearlos.