Siempre que se habla de los viajes aparece una clara intención de desconexión: del trabajo, de las rutinas y compromisos familiares, de acciones que nos acompañan en nuestro día a día. Sin embargo, creo que se puede viajar buscando otros motivos, por ejemplo el de estrechar vínculos. Mis viajes, en gran medida, tienen que ver con esto último.
Hago escapadas con amigos para que esa conexión sea más fuerte. Con mi marido las modalidades de viaje son diversas, desde ir a pasar unos días los dos solos, cuidando la relación de pareja. Hacer un intercambio de casa, la mayor parte de las veces en el extranjero, con la finalidad de relacionarnos con personas que pueden adentrarnos en su lengua y su cultura, interesándonos por una realidad que no forma parte de nuestra vida cotidiana.
También nuestra hija y su pareja comparten con nosotros algunos días de vacaciones, yendo a visitarnos cuando estamos en Inglaterra pasando una temporada. De la misma manera, nuestra nietas nos acompañan los veranos, consiguiendo una experiencia que, además de enriquecernos a unos y otros, crea un nexo que se traduce en una mayor unión. Finalmente, en viajes organizados también establecemos conexiones humanas con gente que conocemos por primera vez y que entran a formar parte de nuestras vidas.
Fortalecer la relación y crear un vínculo verdadero es una manera de atesorar un buen recuerdo de nuestros viajes y de esas personas con las que hemos viajado.
Un fuerte abrazo desde Holanda.
Más crónicas viajeras dee Gema Abad aquí, esta vez, acompañándola en su viaje por tierras de Soria y por el Parque Natural Lagunas de Neila
4 comentarios
En todos los viajes es verdad se crean vínculos para siempre, el articulo me ha encantado!!!!
Un abrazo, Palmira.
Cada viaje nos enriquece un poco más y nos hace más humanos. En este artículo se pone de manifiestoGracias Gema.
Un abrazo, Roser.