Viernes, 3 de noviembre. Barbastro se viste de letras. David Vicente y María Alcantarilla vienen a esta pequeña ciudad a recoger uno de los premios más prestigiosos del panorama actual. Barbastro se vuelca.
No están solos, a su lado, comenzando quizá su carrera literaria, Ana, Elena y Anabel, las jovencísimas ganadoras del XVIII Premio Escolar de Narrativa en categoría de 15 a 18 años: Ana Marco Salamero por Eternos instantes (primer premio); Elena Huertas Puyuelo por El valle de los girasoles de madera (segundo premio); y Anabel Naval Gascón por Gracias a ti (mención especial).
Y Barbastro se vuelca. La Biblioteca Hermanos Argensola se llena, es el marco ideal para ciertos actos. La jornada se presenta acogedora. Y lo es.
El compromiso David Vicente, ganador del Premio Novela Corta 2017 por Isbrük, va más allá. Él quiere disfrutar de Barbastro y de sus lectores. Y se queda.
David Vicente descubre Barbastro y a las 6 de la tarde acude a charlar con los lectores de las diferentes tertulias literarias de Barbastro sobre Isbrük, sobre literatura. Más de 30 personas acuden a escucharle. Barbastro lee, Basbastro quiere leer.
Cristina dramatiza un capítulo de la novela que nos enmudece. Cristina es Anja por un instante.
“Ayer recolecté tomates. Hoy los he puesto a secar al sol. Me he convertido en mi madre.Mi madre siempre deshidrataba tomates los tomates al sol después de recogerlos en la huerta de la parte de atrás e la casa…”
Y da paso a David que nos encandila. Habla de personajes, los suyos y los de otros, pero habla también de autores, de influencias, de soledad, de formas de ver, en definitiva David habla de la vida con sus lectores.
La lectura no tiene edad. Dos chicas, a sus 14 años, hablan con David Vicente sin complejos. Han disfrutado la novela.
La gente se divierte escuchando, sí, pero también participando. Un café, un té, y firma ejemplares.
Un encuentro entrañable. Un escritor cercano. Cariñoso con todos. Cómplice.
La gente sonríe y agradece el encuentro. Hemos conocido Isbrük de otra manera, y nos ha gustado, y mucho. Hemos conocido a David Vicente de otra manera y nos ha gustado, y mucho.
Solo nos queda decir, pongo en mis dedos el pensamiento de todos los que asistimos, gracias David, por regalarnos una tarde junto a ti.
Basbastro te espera de nuevo…