Durante su época de embajador vivió importantes transformaciones en la política europea y mundial. Participó en las negociaciones de entrada de España en el mercado común y en importantes proyectos industriales hispano-alemanes, así como en el estrechamiento de las relaciones con Alemania que contribuyeron a un apoyo decisivo para las relaciones bilaterales.
En su estancia en el Somontano aprovechamos una interesante charla sobre las relaciones hispano-alemanas y el estado actual de las mismas.
¿Que supuso para Europa la caída del muro de Berlín?
Desde el punto de vista histórico, la caída del muro es el cambio más radical que se ha dado en el mundo desde la Segunda Guerra Mundial. Supone el desmoronamiento del bloque soviético y de la misma Unión Soviética, así como la integración de los antiguos países comunistas europeos en el sistema democrático occidental.
La unificación alemana y la caída del imperio soviético lleva consigo la ampliación de la unión Europea y la consiguiente unificación de la Europa dividida desde la Segunda Guerra Mundial.
El euro es una consecuencia de la unificación alemana para evitar la hegemonía de un marco alemán en una economía europea unificada, pero siguiendo el modelo monetario alemán, un hecho significativo es que la sede del Banco Central Europeo se estableciese en Frankfurt.
Pero, ¿El proceso de unificación tras la caída del muro no fue fácil?
Una Alemania políticamente unida, con su poderío industrial y financiero, despertaba ciertos temores sobretodo en algunos países vencedores en la Segunda Guerra Mundial, como fueron en un principio del proceso de unificación, países como: Gran Bretaña, la misma Francia e incluso Italia y los países del Benelux.
Fueron precisamente las dos grandes potencias mundiales, EEUU y la Unión Soviética, las que permitieron el proceso de unificación al aceptar que una Alemania unificada pudiese elegir libremente sus alianzas políticas con los países occidentales.
Sin los presidentes Bush y Gorvachov, no hubiese sido posible el rápido proceso de unificación que duró exactamente 327 días.
¿Qué papel jugó España en ese proceso de unificación?
España fue el primer país que apoyó la unificación desde el mismo día de la caída del muro. En una conversación que el presidente González mantuvo con Kohl, éste le comunicó que contase con el apoyo de España para lograr la unificación.
Creo que España jugó el papel que tenía que jugar: Apoyo moral y político dentro de las instituciones europeas e internacionales. España como país aliado y amigo de Alemania, siempre había propugnado la unificación a través del dialogo y el acercamiento entre los bloques. Cuando llegó el momento, fue fiel a su palabra. A diferencia de otros países que en la Guerra Fría, propiciaban la caída del muro y de los bloques, pero que recelaron cuando vieron que una Alemania fuerte y unificada, podía poner en peligro el equilibrio de poderes en Europa.
No hay que olvidar, que Felipe González, ya como jefe de Gobierno, hizo su primera visita a un país occidental; Alemania. Precisamente visitó el Berlín todavía ocupado y dividido y desde un balcón el actual Parlamento Alemán, situado encima del muro de Berlín, respondió a la pregunta de un periodista: que el muro se acabaría con el diálogo entre los dos bloques, como terminó sucediendo.
Es curiosa la buena relación entre el conservador Kohl y el socialista González.
Hay que entender esa relación desde un punto de vista político y humano. Kohl poyó desde un principio la entrada de España en el Mercado Común y consideraba a Europa como un torso sin la entrada de España y Portugal.
González por otra parte entendía el derecho alemán al despliegue de los euromisiles de medioalcance en territorio alemán como medida disuasoria frente a la amenaza soviética, por el establecimiento de este tipo de misiles en la Europa Oriental.
Kohl aseguró a España que Alemania no apoyaría la política agraria común, si España no entraba en la Comunidad, lo que obligó a Francia a mostrarse más flexible en el estancado proceso de negociación.
Kohl y González tenían también una visión paralela de lo que tenía que ser la Unión Europea y en la misma creación de Euro, González, apoyó siempre las Tesis Alemanas.
Alemania se convirtió para España, en modelo y un socio preferente, de tal manera que las relaciones hispano-alemanas unido a las relaciones franco-alemanas, se convirtieron en un momento determinado en uno de los motores más dinámicos de la Europa de los años noventa.
¿Fue uno de los mejores momentos en las relaciones de España y Alemania?
La relación Felipe González y Kohl fue sin duda la base de unas magníficas relaciones bilaterales.
¿Qué relación tienen ahora los dos países?
Respuesta: Las relaciones no es que sean malas, pero tampoco tienen la calidad y la confianza que tuvieron en su día. Eso es debido a varias razones. En primer lugar, tanto los políticos alemanes y españoles de ahora, no han vivido esa época. En segundo lugar, la señora Merkel que viene del Este, no ha vivido el proceso de creación de la Europa de los doce antes de la caída del muro y tiene otra sensibilidad hacia el Sur de Europa.
El presidente Zapatero, tampoco tiene esa sensibilidad Europea que tenía González, sino que se muestra un tanto obsesionado con los temas relacionados con la política interior. Añadiendo a todo esto, la crisis económica que ha monopolizado de alguna manera, la actuación política del Gobierno actual.
La política exterior española de los últimos tiempos, no ha tenido en cuenta las dificultades de Alemania en su proceso de unificación, apretando demasiado en las negociaciones de los presupuestos europeos.
La presidencia española del último año fue más bien una manifestación clara de nuestra falta de liderazgo en Europa a la que ha contribuido sin duda alguna, la crisis económica. España, no juega en estos momentos el papel que le corresponde por su peso y tamaño en el concierto Europeo de Naciones, adoptando una posición pasiva y sin ningún tipo de iniciativa.
Bien es cierto, que ya en la época de Aznar, nuestras posición en Europa sufrió un deterioro por su empeño en querer demostrar a los europeos, que solamente España hacía bien sus deberes, cuando en realidad una parte del crecimiento español venía financiado por Alemania.Su soberbia fue tal que un prestigioso Semanario Alemán lo tituló como «El Europeo fastidioso».
Bien haría el actual gobierno de Zapatero en reorientar el acercamiento hacia Alemania, en un momento en el que la crisis económica y el colapso del Euro, han llevado a nuestro país a una crisis que sin apoyos exteriores, será muy difícil de superar.
¿Cómo ve a Aragón en el momento actual?
Respuesta: Aragón ha tenido un tiempo de gran estabilidad política y de cierta prosperidad económica, sin embargo creo que se ha desaprovechado esta situación ventajosa para hacer de Aragón una comunidad más moderna, más dinámica y con menos burocracia.
Aragón debería de tener más influencia en Madrid, para que con el apoyo del Gobierno Español se puedan sacar adelante los proyectos que permitan una comunicación más fluida con Europa, a través de Francia.