Se llama Ana Cañellas y es la tercera generación de una familia de viticultores de Villa D’ Orta como antiguamente se llamaba la localidad hoy conocida como Huerta de Vero. Precisamente ese nombre fue el elegido para iniciar en 2006 un proyecto empresarial que les ha fijado en el territorio, conservar el viñedo familiar y apostar por la innovación y el mimo a la tierra que le vio nacer para elaborar vinos ecológicos que venden en su mayoría en Canadá y también en menor medida en Inglaterra. La puerta al mercado canadiense se la abrió un somontanés de adopción, Alain Bellemare, socio de Ana, que llegó a estas tierras buscando viñedos ecológicos tras descartar la Mendoza argentino en 2013. Los encontró en Huerta de Vero, Laluenga y en Barbuñales, donde está tomada la fotografía de portada, realizada por Antonio Lachos de la Asociación Fotográfica de la Imagen de Barbastro.
El proyecto de Villa D’ Orta es un ejemplo de lo que es nuestro Somontano y también la Denominación de Origen Protegida (D.O.P.), una fusión de grandes grupos empresariales y pequeñas bodegas, muchas de ellas familiares. Una denominación que ha sabido dar valor al legado ancestral del viñedo con una mirada innovadora, moderna, pero sin perder las raíces.
Las 29 bodegas que actualmente conforman la D.O.P. Somontano se han convertido en un motor de desarrollo de la comarca, creando alrededor de un millar de empleados y facilitando que 350 viticultores puedan quedarse en sus pueblos de origen a vivir. En estos tiempos en los que la despoblación ha entrado a formar parte de las agencias mediáticas y políticas, la D.O.P. Somontano es una referencia para fijar población y generar dinamismo económico, no sólo por la producción del vino sino por un enoturismo más que consolidado. Además, es un ejemplo a seguir para otros sectores como el aceite de oliva o el cultivo de las hortalizas de la huerta del Vero (tomate, espárragos, pepinos, pimientos,…).
Cuando usted lector tenga en sus manos esta revista, se estarán recogiendo los últimos racimos de uva tinta de las pocas vides que ya quedan sin vendimiar. Ha sido una gran cosecha, que se cerrará con unos 20 millones de kilos de uva de gran calidad y que si se cumplen las perspectivas, de nuevo se repetirá la calificación de Añada Excelente.
Brindaremos con ellos tras el trajín en el viñedo para que tengamos un calmado paso hacia el otoño. Salud.