La protectora de animales ‘El Arca de Santi’ de Monzón está notando un descenso notable de perros abandonados a raíz de la crisis del coronavirus. Antes de que se iniciará el estado de alarma, la protectora montisonense recogía del orden de 15 a 25 perros al mes. En estas circunstancias, y cuando se cumplía el primer mes de confinamiento (14 de marzo – 14 de abril), se han recogido 5 perros. A juicio de esta protectora, que haya descendido el número de perros recogidos no quiere decir que no se abandonen “porque la gente ya no sale a la calle”. De hecho temen que este confinamiento haya motivando el maltrato animal sobre todo en los animales que viven en granjas “a los que se les va a dar de comer cada do o tres días”. “Se está abandonando mucho menos, quizás porque no se van a atender. La gente o los saca menos o ya no se pierden tanto. Tememos que cuando pase esto nos encontremos más cadáveres que perros abandonados”, afirma Victoria Álvaro, fundadora y responsable de la protectora.
Álvaro llama a los dueños de perros a que reflexionen sobre las condiciones en las que se encuentran sus animales durante el confinamiento. “Hay que darse cuenta de la crueldad que supone tener a un perro atado con una cadena de dos o tres metros. Sobre este tema trataremos de trabajar con campañas cuando pase esto porque esa medida es una tortura para un animal y hay que cambiar las conductas para que no sea algo habitual tener a un perro en un huerto atado. En las zonas del medio rural deberíamos ser más sensibles a esto y darles más espacio”, explica Alonso.
Una circunstancia que está generando motivo de alerta entre la protectora es el elevado tráfico de perros que se ha detectado en los últimos meses, en especial galgos. “El maltrato animal sigue existiendo a pesar del confinamiento. E incluso ha aumentado. Hemos recogido galgos sin chip y otros con chip de Navarra o de Burgos. En Monzón hay muchos zulos, y sitios de venta clandestina que venden para caza o carrera sin licencia, y estamos preocupados por el control de este tráfico.
‘El Arca del Santi’ recoge perros abandonados en la calle en varias localidades del entorno. Normalmente la protectora se pone en contacto con los voluntarios de la protectora cuando encuentra un can que no tiene microchip de identificación.
La protectora funciona durante el estado de alarma con servicios mínimos de los empleados por la mañana y la presencia de un voluntario por las tardes. Dónde sí que están notando la crisis del coronavirus es en los ingresos que se han visto paralizados. Buena parte de los fondos que llegan a esta protectora se hacen a través de la presencia en ferias con la venta o recaudación, o con ventas on line. Pese a ello la actividad no para. “Hemos recogido dos gatos, uno atropellado y tenemos una galga con un ojo que hay que examinar”, explicaba Alonso el día de esta entrevista. “Gastos seguimos teniendo y todo lo que podamos recibir de donativos en esta temporada nos vendría muy bien”, asegura.
Las adopciones de momento se han detenido. El censo de perros que cuidan es de 42, y además tienen 22 gatos en casas de acogida. El número de socios son 780 y la finalidad de ‘El Arca del Santi’ para ser sostenible es llegar al millar de socios. “En los últimos cuatro meses hemos gastado en veterinarios externos 9.800 euros para tratar a perros recogidos con malas condiciones. Necesitamos ayudas, y confiamos que el Ayuntamiento nos paguen a tiempo la subvención concedida”.