Conocer la evolución de España en los últimos sesenta años a través de los avatares de la selección española de fútbol. Es lo que propone el embajador Inocencio Arias y confeso madridista en su último libro ‘Mis Mundiales’ y que ayer se presentó en el Aula Magna de la UNED de Barbastro.
El mediático embajador de España ante Naciones Unidas y portavoz del Ministerio de Exteriores durante los gobiernos de UCD, PSOE y PP, derrochó simpatía, cercanía y contagió al auditorio con sus sueños, decepciones y alegrías vinculadas al deporte rey.
La memoria sentimental de ‘Chencho’ es una enciclopedia para conocer los avatares del fútbol español, desde la posguerra hasta el único Mundial cosechado por ‘La Roja’. La pasión que siente el veterano diplomático y asiduo contertulio de los medios la ilustra con el pasaje con el que arranca su libro. «Yo tengo pasión por el fútbol desde muy pequeño, como mucha gente. Y precisamente el libro arranca con una escena en la que yo tenía 9 años y es el momento en el que España vence a Inglaterra en Río con un gol de Zarra. Era la primera vez que España le ganaba a la nación que inventó el fútbol. El gol de Zarra fue muy emocionante para los niños que empezábamos a jugar al fútbol y lo escuchamos por la radio con la voz de Matias Prats. En el libro digo que para mi fue tan emocionante que recuerdo con más nitidez el gol de Zarra que la muerte de mi padre, que ocurrió meses después y que tuvo lugar en otro pueblo en el que vivía».
Si aquel Mundial de Brasil de 1950 fue el despertar de una pasión y una de sus mayores alegrías, el reciente, con la eliminación de España en la primera ronda no le ha supuesto una gran decepción. «Me pilla de vuelta, aunque me llevó un gran berrinche, pero no tanto como en aquel campeonato de Italia 90, al perder con Yugoslavia. Yo estaba con el Rey viendo el partido y me llevé un berrinche tremendo. Otra gran decepción la tuve en 1958 viendo en el Bernabeu a la mejor delantera de la historia de la selección con Miguel, Kubala, Di Stéfano y Gento. Con la mejor delantera nos quedamos fuera al empatar contra Suiza», narró.
Por descontadom, su mayor alegría llegaría hace cuatro años con el Mundial de Sudáfrica. «Me regalé ir a ese Mundial con mi hijo y lloré con el gol de Puyol ante Alemania», afirmó.
Sobre el reciente fracaso de España en Brasil, Arias es partidario de una renovación en la selección pero tutelada por Vicente del Bosque. «Creo que no hará un gran cambio, si no que debe reconsiderar lo que encaja o no, por ejemplo se debe plantear si un jugador como Diego Costa encaja en el sistema de juego de España, que a lo mejor no encaja. Además tiene que ser implacable con jugadores que están al borde de la edad, como hizo Luis Aragonés con Raúl». Así como considera que no se ha terminado un ciclo como muchos aseguran: «Tenemos un esquema de juego, y no hay que renunciar a él. Los rivales ya están empezando a descubrirnos cómo taparnos, pero no a anularnos. España tuvo mala suerte en el Mundial contra Holanda».
El embajador también hizo mención a la delicada situación por la que atraviesa el Real Zaragoza y deseó que el grupo de empresarios que podrían comprarlo lo conviertan en un grande de nuevo. «Sin ser maño lo siento enormemente. Es un histórico y el Zaragoza para nuestra generación por los magníficos es un equipo que despierta simpatías. Yo lo he pasado muy bien viendo al Zaragoza».