Los restos de lo que puede ser la muralla islámica que rodeaba la antigua ciudad de Barbastro y parte del castillo de los Entenza, aparecidos a raíz de la excavación con motivo de las obras de la travesía de la carretera de Salas, siguen clamando por volver a la luz.
Varios partidos políticos y movimientos asociativos se suman a la iniciativa planteada por el doctor en Historia Juan José Nieto que considera que el simple hecho de que los restos formen parte de una muralla ya deben ser catalogados como BIC y preservarse para ser contemplados por vecinos y turistas.
La iniciativa de Nieto que presentó tres instancias ante la consejería de Cultura, dirección general de Patrimonio y Ayuntamiento para detener las obras de la travesía, conservar los restos y seguir con la excavación hasta descubrir todo el lienzo de muralla, ha tenido eco en los grupos Cambiar Barbastro y Partido Popular. El primero pide que se preserven los restos y se realice un acto público para darlo a conocer a la ciudadanía. Mientras que el segundo defenderá este martes en el pleno que se modifique el proyecto de la travesía para garantizar que las obras se puedan desarrollar y a la vez se preserve y dignifique este yacimiento como atractivo turístico para la ciudad del Vero, dado su interés histórico.
También desde el Foro B 21 pedían al Ayuntamiento que conserve el yacimiento y lo saque a la luz ante la pérdida de patrimonio que ha sufrido la ciudad en las últimas décadas.
Y la última voz en sumarse a este debate público en apoyo a la conservación y exposición de los restos es la del presidente del barrio del Entremuro, Luis Montes, buen conocedor de la historia del cuartón donde se han encontrado los restos de la primitiva ciudad. «Lo que está apareciendo nos permite conocer más sobre la historia del barrio. Estos restos podrían formar parte del antiguo castillo árabe de Barbastro (en la zona donde se ubica el convento de las Capuchinas). Pero son conjeturas y lo que convendría sería ahondar mucho más para llegar hasta el final de la muralla y hacer un estudio profundo. Siempre hace ilusión que se desentrañe la historia de un barrio», afirma Montes.
En este sentido, el presidente del Entremuro desea que «se pueda guardar una vez hecho el estudio y documentado. Deberían dejar in situ y se pudieran visitar con paneles explicativos. Pero el problema es el de siempre, el dinero para poder preservar estas cosas, como ya vimos en el resto de muralla árabe que apareció en el campo de san Juan. Me temo que esto llevará el mismo camino aunque quedaría muy bonito realizar un jardín, una combinación de espacio de ocio e histórico – arquitectónico».
Además de recuperar una parte histórica fundamental de la ciudad, Montes considera que el barrio podría recuperar un espacio verde concebido como parque arqueológico y que además fomentaría el turismo cultural a Barbastro.
Cabe recordar que a lo largo de los últimos años han ido apareciendo restos de muralla en distintas partes del antiguo perímetro: se encontraron en una de las capillas de la Catedral, en una vivienda en la avenida Navarra y en la zona que delimita el barrio del Entremuro y San Juan, la conocida Barbacana. En todos estos casos se ha documentado y se han vuelto a sepultar.
En este caso se trata del hallazgo más importante porque los lienzos aparecidos, según expertos consultados por este medio, podrían formar parte del antiguo Portón de Osca (Huesca), uno de las cuatro puertas que daban acceso a la villa árabe medieval. Además se han encontrado estructuras de lo que podrían ser los arrabales islámicos que llegarían hasta el río, como defendían algunos eruditos locales como Gabriel Sesé, aunque nunca se habían encontrado pruebas documentales. Y además han aparecido restos del ya conocido convento de San Cosme y San Damián de los Trinitarios, de época más reciente, siglos XVI y XVII.
Denuncia ante el Juzgado
El historiador Juan José Nieto ha presentado esta semana una denuncia por lo penal en el Juzgado de Barbastro contra el Ayuntamiento por un posible delito contra el patrimonio histórico o de prevaricación.
En la denuncia el historiador y su abogado manifiestan que son Bienes de Interés Cultural por catalogación automática, según la Disposición Adicional Segunda de la vigente Ley de Patrimonio Cultural de Aragón. Asimismo indica que el Sistema de Información del Patrimonio Cultural Aragonés (Sipca) ya constata en este enclave la existencia del castillo de los Entenza.
La denuncia se basa en la Ley de Patrimonio Cultural de Aragón para pedir la inmediata paralización de las obras hasta que se esclarezcan «totalmente los hechos denunciados y se acuerde lo que sea «procedente en Derecho» para la preservación integral del tramo de muralla en el mismo lugar donde ha aparecido».
Sobre la idea de trasladar los restos a otro enclave que planteó Patrimonio para garantizar el desarrollo de las obras de la travesía, Nieto recuerda que «solo una ley de las Cortes de Aragón puede permitir que esos restos de muralla se desmonten, trasladen y remuevan de su lugar original o incluso se derriben restos catalogados como BIC». Y concluye que «con más motivo deben paralizarse las obras de inmediato porque de seguir adelante se podría atentar, presuntamente, contra los bienes protegidos, porque los hechos constitutivos podrían ser un presunto delito de prevaricación».
El juez deberá decidir si la denuncia tiene recorrido o no se admite. En caso de ser admitida se tomarán declaraciones y se decidirá sobre la suspensión o no de las obras.
Desde el Ayuntamiento de Barbastro mantienen la postura de que Patrimonio va a preservar y estudiar estos restos y que cuando terminen los trabajos, técnicos del área realizarán una visita al enclave para valorar sobre el terreno el alcance del hallazgo.
Asimismo consideran que la competencia de los restos es de Patrimonio pese a que son promotores junto al Gobierno de Aragón de la obra de la travesía.