El “Gran Cometa” de 1577, fue visto durante 74 días por personas de todas las partes de Europa, desde el 13 de noviembre de 1577 hasta el 26 de enero 1578. Contribuyó a la consolidación de la astronomía en Europa y a la desaparición de la floreciente astronomía del imperio otomano.
Entre los astrónomos que vieron el cometa C/1577 V1 (su nombre oficial) figuran entre otros el danés Tycho Brahe y el turco Taqi ad-Din.
El notario barbastrense Juan López de Santángel (entre 1572-1586)*, tenía la costumbre de escribir entre
sus protocolos notariales noticias varias sobre actualidad que versaban sobre los asuntos más variados: acontecimientos de actualidad local, aragonesa o española; climatología: lluvias, nevadas, sequías, temporales; fenómenos naturales: terremotos, eclipses o apariciones de cometas, entre otros.
Uno de estos acontecimientos que conmovieron la apacible vida barbastrense, es la aparición de un cometa
en el creciente y el menguante de la luna de noviembre de 1577, en lo que se vio como una señal divina que en un principio no se supo cómo interpretar, aunque luego el notario se decantó por “muy mal señal de mal año”: escasa cosecha, muerte del príncipe don Carlos (hijo de Felipe II) y de don Juan de Austria y fallecimiento del Rey de Portugal en Alcazarquivir, con la consiguiente suspensión de las Cortes previstas en Monzón por la marcha del Rey Prudente a Portugal “que ganó por armas”.
El protocolo para 1577, f.103v, lo relata de la siguiente manera:
En el creciente y menguante de la luna del mes de nobienbre deste presente año de 1577 apareció una
estrella o cometa en el cielo que se detenía tres o quatro horas de prima noche, con unos rayos largos
relumbrantes delante la luna, que parescía que tenían los rayos tres o quatro baras de largo, muy claros y
muy blancos. No se sabe que senyal fue esta. Plegue a Dios nuestro Señor sea senyal de buen anyo porque
en este año balió el trigo en las eras a VI libras el cahíz, que es a XV sueldos la hanega, la mestura a IIII
libras XV sueldos el caffiz, el ordio a III sueldos III dineros caffiz. Por memoria.
Fue muy mal senyal de mal anyo dicha cometa porque ubo en las eras del anyo 1578 a los mismos
precios el pan y el mijo para sembrar a 2 sueldos el almut y ahún se crehe valdrá asta la coxida que viene costando el mijo a los mismos precios. Deo gratias.
Llama la atención que una persona culta lo considerase como un misterioso mensaje divino de difícil interpretación, aunque se decantara posteriormente por lo más infausto y pesimista.
Este episodio marcó un punto de inflexión en la historia de la astronomía**
El fenómeno astronómico solo se pudo observar con precisión en el observatorio más importante de Europa, en la ciudad danesa de Uraniborg, donde el gran astrónomo Tycho Brahe tenía el mejor telescopio del momento. Las mediciones que realizo Tycho permitirían años más tarde a Johannes Kepler, elaborar las leyes que rigen los movimientos del Sistema Solar. El gran cometa contribuyó a la consolidación de la ciencia en Occidente.
No ocurrió lo mismo con la astronomía otomana
“El Gran Cometa” iluminó el cielo nocturno de Constantinopla, la actual Estambul, el primer día del Ramadán de 1577. El sultán Murad III, que preparaba al ejército del imperio Otomano para una campaña contra Persia, llamó a uno de sus astrónomos Taqi al-Din, que construyó un observatorio bajo su orden y tuvo que responder sobre el significado de aquel astro. Había aparecido en la constelación de Sagitario, que representaba al arquero turco, y terminó en la de Acuario, símbolo de la paz. Además, apuntaba hacia Persia, que era el objetivo del sultán; Al-Din lo interpretó como una buena señal, pero la compaña militar fue un fracaso. La respuesta de Murad III fue destruir el observatorio y la investigación científica que quedó paralizada durante siglos en suelo otomano.
Documentación:
*MANUEL GÓMEZ DE VALENZUELA. Las memorias barbastrenses del notario Juan López de Santángel.
**Diario “El Pais”, sección de ciencia. 2017/11/13