El palacio fortificado de los Altarriba en Permisán, uno de los monumentos más destacados de la arquitectura civil del Renacimiento en el Somontano, languidece y está abocado a una ruina total si no se interviene en su consolidación con urgencia.
El inmueble es propiedad del obispado de Barbastro-Monzón. Data del siglo XVI y se levanta junto a la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles de esta pequeña población del Somontano perteneciente al municipio de Ilche. Levantado por Francisco de Altarriba, señor de Permisán, pasó posteriormente a los condes de Fuentes. Estos señores lo donaron a la parroquia y se convirtió en una abadía en la que hubo actividad religiosa hasta el comienzo de la guerra civil.
Se trata de un palacio fortificado, con potentes muros de sillería, horadados a alturas diferentes por abundantes vanos. Está compuesto por dos volúmenes: uno destinado a la vivienda y otro, la torre, con finalidad defensiva.
En la parte superior del área de vivencia cuenta con una galería de arcos de ladrillo, la mayoría cegados en la actualidad, fruto de una segunda fase constructiva. De este modo, el predominio original de la torre se vio eclipsado al igualarse a su altura el resto de la construcción.
El palacio contaba con dos torres defensivas sobre la recia base de sillares de piedra en talud. Una protegía la parte posterior y un flanco del edificio, la otra delimita las fachadas del palacio y la Iglesia. Adosada al palacio y coetánea a este se encuentra la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles.
El colectivo nacional por la recuperación de patrimonio histórico Hispania Nuestra destaca en su página web su exclusividad ya que lo considera al parecer como «el único palacio preparado para la artillería en Aragón, lo cual hace de este monumento una construcción extraordinaria».
El gran estado de deterioro que sufre este monumento ha llamado la atención del colectivo Hispania Nostra que lo ha incluido en su Lista Roja compuesta por otros edificios que corren serio peligro de ser derruidos por el paso del tiempo y el abandono.
El Palacio de los Altarriba o de los Condes de Fuentes está protegido por la Declaración genérica del Decreto del 22 de Abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre Patrimonio Histórico Español. Sin embargo su estado actual es muy delicado a consecuencia de del hundimiento de las plantas tras la retirada del tejado hace dos años, como denuncia este colectivo conservacionista.
Desde el obispado de Barbastro-Monzón, su responsable de Patrimonio, Enrique Calvera, explica que la diócesis no tiene fondos para actuar en el inmueble por lo que ha hecho varias gestiones, sin éxito hasta el momento, para ofrecerlo a varias instituciones como el municipio. Asimismo se ha puesto a la venta en inmobiliarias para ofrecerlo a particulares sin haber alcanzado ningún acuerdo de compra venta. «Es un edificio tan grande que restaurar todo eso vale una fortuna. Es un edificio que no tiene ninguna funcionalidad porque allí ni reside ni residirá nunca un párroco por los pocos vecinos que hay. Y el obispado no puede mantener por mantener cuando tenemos muchas iglesias al culto que están en estado deficiente», señala Calvera.
La solución adoptada por el Obispado ha sido enajenar este palacio, venderlo o incluso se plantea donarlo a alguna institución civil «pero se ha intentado y nadie se hace cargo», recuerda Calvera.
En cierta ocasión un particular se mostró interesado en construir en la fábrica un museo sobre máquinas antiguas pero las conversaciones con el obispado no llegaron a buen término.
Las últimas acciones realizadas por el Obispado para restaurar el inmueble, según detalla el responsable de Patrimonio, fueron consolidar los muros, evitar que cayeran las planchas que lo cubrían y rodearlo de una valla, a instancias del Ayuntamiento, para evitar desprendimientos a los vecinos.
Sin embargo como reconoce Calvera, las plantas y los maderos que las sustentas están «deterioradas desde hace mucho tiempo porque ese palacio lleva mucho tiempo sin uso».
Desde el Ayuntamiento, su alcalde José Luis Torres ha mantenido reuniones con el arquitecto de la Comarca del Somontano para tratar de buscar una solución que permita la conservación de la estructura del edificio. Asimismo también ha requerido al obispado que evitara la situación de ruina, al considera «responsable del deterioro porque quitó una cubierta anterior y no puso una nueva, y por eso se ha deteriorado».
Para el edil una solución inmediata sería que el Obispado colocara una cubierta que evitara su mayor deterioro. Desde el Ayuntamiento aseguran que no se puede invertir con fondos de la localidad en un inmueble que no es de su titularidad pero se muestran partidario a mediar para tratar de buscar una alternativa. «Desde el Ayuntamiento estamos interesados en que ese palacio se recupere y por lo menos se ponga una cubierta. Estamos en contacto con el arquitecto de la comarca y vamos a ver de qué manera se puede sacar adelante», afirma el edil quien reclama para la colocación de dicha cubierta protectora subvenciones del Gobierno de Aragón o central «porque con la situación económica de nuestro Ayuntamiento es imposible».