El tema del oso Goiat sigue candente y ha pasado a ser un conflicto político, que como estamos acostumbrados a ver en este tiempo reciente, la inacción e incompetencia política pasan a ser disputa social.
Para complementar nuestra postura contamos con dos nuevas entrevistas de expertos, conocedores del tema y de cómo ha ido evolucionando.
En primer lugar hablamos con Juan Antonio Gil, miembro y vicepresidente de la Fundación de conservación del Quebrantahuesos.
Nos da su postura respecto a este tema.
Lo primero que nos destaca es la situación de la especie:
- El oso pardo, es una especie protegida, a nivel europeo, a nivel nacional y a nivel de comunidad autónoma. Por lo que tiene unas exigencias legales que debe cumplir el estado y deben cumplir las comunidades autónomas pertinentes.
Como persona involucrada en temáticas de medio ambiente conoce muy bien no solo al oso, si no al ecosistema al que da pie. Por lo que corrobora la justificación de un depredador en el pirineo, como toda red trófica que quiera mantener su equilibrio ecosistémico.
- Hay una mentalidad de conservar lo que no molesta, ya que lo que no molesta no nos repercute, mientras que lo que molesta hay que apartarlo. Esa tendencia está haciendo que a los grandes carnívoros, se les está eliminando de sus hábitats.
Achaca que la administración ha llegado tarde.
- Ya dijimos en su día todas las asociaciones ecologistas que llevamos 20 años de retraso respecto a esta acción, es una exigencia legal que viene de Europa y hay que acatar. Es una exigencia legal.
Las propuestas que hace son simples pero concisas.
- Como ha habido bastante inacción durante todos estos años, ahora tenemos un conflicto por eso proponemos una mesa para hablar y negociar.
- Mi mensaje es ofrecer una mesa de negociación aragonesa, donde se planteen los problemas locales, se negocie la búsqueda de soluciones al conflicto y todo dentro de un marco legal.
No cree que sea buena solución crear alarma social y hacer campaña del miedo para crear una amenaza social.
- No ha habido ningún ataque del oso a personas, registrado en la zona. En Asturias que llevan años coexistiendo con el lobo y el oso, tampoco han tenido ese problema. Si se crea alarma injustificada es cuando se genera conflicto.
Como respuesta un poco a la tónica tan tajante y drástica del sector ganadero y coincidiendo en parte con el presidente de FAPAS expone que:
- Si no estoy pendiente del ganado y no me responsabilizó de él, dejándolo suelto durante un tiempo, pues es normal que haya conflicto.
- Entiendo que un ganadero que viva de esa actividad económica, y pierda ganado por un ataque del oso, pueda sentirse cabreado, pero la unión europea ha sido muy exigente y los ganaderos afectados, van a recibir ayudas.
- Las subvenciones deben ser rápidas y la administración debe ponerse a trabajar, la inacción provoca que los problemas se enquisten y exploten.
Respecto a la ganadería extensiva:
- La ganadería extensiva, es una actividad, que ya de por si tiene muchos problemas y desventajas; Accesibilidad a los pastos, disminución del consumo de carne, competencia desleal con la ganadería intensiva que baja los precios, despoblación rural que diezma la presencia de ganaderos… Por lo que buscan a un chivo expiatorio como es el oso para justificar su mal estar.
El presidente de la asociación FAPAS, Roberto Roberto Hartasánchez, nos hace un comunicado al respecto exponiendo su visión del conflicto:
Negar la mayor, que los osos causen daños sería absurdo. Sí, los osos causan daños a intereses humanos, pero también beneficios.
En 1983 del siglo pasado, cuando nuestra organización FAPAS firmó un convenio con el Gobierno Regional de Asturias para poner en marcha un plan de comprobación y pago de daños causados por los osos que habían sobrevivido en la Cordillera Cantábrica nos encontramos con la realidad de qué daños causaban los osos.
Según los datos que había en aquel entonces, en el año 1983, el ICONA pagó daños por valor de tres millones ochocientas mil pesetas. En 1984, el nuevo plan regional de control de daños, lo bajo a doscientas ochenta mil.
¿Dónde estaba la diferencia? Pues en las reclamaciones que no eran ciertas. Aun así, pagamos y claro que pagamos. Cada vez que un oso entraba a comer del cadáver de una vaca despeñada en las abruptas zonas de pastos de la montaña asturiana, se pagaba a sabiendas que no era un daño. Pero en aquel entonces, perder 300 o 400.000 pesetas que valía una vaca, sin PAC ni subvenciones por el medio, era una desgracia familiar de primer orden.
Que el oso viniera y comiera aquella vaca despeñada o muerta en el parto, era una lotería para el ganadero. Así sacamos adelante la población de osos en las zonas más ganaderas de la Cordillera Cantábrica. Porque los osos no estaban escondidos en montañas abruptas alejadas de ser humano. Al contrario, compartían su territorio.
Los osos siempre vivieron cerca de pueblos y aldeas, aprovechándose de la gran cantidad de animales muertos que eran abandonados en el monte. Solo cuando el oso cambiaba de dieta y se metía en los maizales, entonces era cuando verdaderamente corría el riesgo de salir emplomado.
En 35 años de trabajo con el oso, solo una vez hemos asistido a un suceso extraordinario en el que un oso macho, adulto, muy grande, negro, atacó reiteradamente y en muy pocos días a seis o siete vacas matándolas.
Fue en el mes de Julio del año pasado, fue rápido, veloz, tanto, que no hubo manera de encontrar las vacas muertas, pero según la corriente de rumor extendida en todo el valle, el oso asesino y las vacas muertas existían, estaban allí.
Tratando de encontrar al oso, pusimos nuestras cámaras durante varios meses y en casa de los vecinos veíamos las imágenes captadas por ellas. Lobos comiendo de un ternero que muy posiblemente hubieran matado y una osa y sus dos crías del año, alimentándose de la carroña como siempre ha sucedido.
Pero del gran oso macho, enorme, negro, ni rastro, nunca más volvió a aparecer y finalmente como siempre sucede en el entorno ganadero donde todo se sabe, que la vaca muerta se había despeñado, que otra había muerto de parto…
Pero ¿y por qué en Julio? Los rumores ya no corren, ahora son instantáneos, Internet los transmite. Asturias vivió un episodio de ataques brutales de oso a vacas justo en el momento en que Goiat era acusado de matar caballos en el Pirineo. Podríamos decir que asistimos al primer daño de oso tele transportado que nos lleva a reflexionar sobre las acusaciones a los osos que matan ganado como es el caso de Goiat.
La fantasía popular hace ver que un oso, fiera salvaje, puede matar con facilidad un caballo o yegua de gran tamaño y peso. Una vieja y enferma, damos fe de ello. Pero un animal de cientos de kilos en plena fortaleza puede dejar a un oso, sea Goiat u otro similar, en situación lastimera cuando no muerto.
En treinta y cinco años, no hay datos de osos que maten caballos sanos de gran tamaño en la Cordillera Cantábrica. Sí hay datos, hasta la saciedad de historias fantásticas contadas al hilo de llamar la atención o de falsear la realidad de la muerte de una res para cobrar la indemnización culpando al oso. De esto último, lamentablemente mucho.
Pirineos está excitado por la presencia de los osos, pero dudo yo que la cuestión sea porque no los quieren, sino más bien, por reclamar más dinero por compartir el territorio con los osos. La vertiente francesa es un ejemplo, y la información fluye.
Un ganadero francés cobra varios miles de euros por una oveja muerta por el oso. Hacer del oso un seguro a todo riesgo del ganado que se muere por causas naturales en la montaña. Hacer del oso, lucha política para presentar cara ante las administraciones cobrando fuerza y negociar mejor, son estrategias que hoy se están aplicando a rajatabla con la fauna salvaje en España, con el lobo en el norte ibérico y con el oso en los Pirineos.
Y echarle la culpa a quién no se puede defender y dar la razón a quienes acusan y dan votos, también es una magnífica estrategia política, aplicada por quienes teniendo el mandato de proteger al oso y la biodiversidad, consolidan su puesto echándole la culpa al oso de todo. A mí me da la impresión que Goiat es más bien una víctima.
Roberto Hartasánchez, Presidente de FAPAS www.fapas.es
CONCLUSIÓN
En conclusión, observamos una disputa de opiniones diferentes, aunque claramente algunas están más fundamentadas que otras. La presencia de un depredador como el oso está más que justificada desde un punto de vista ecológico, no obstante, no hay que dejar de lado una de las actividades sostenibles como es la ganadería extensiva en nuestra región.
La coexistencia es una realidad viable, ejemplo de ello es Asturias, sin embargo, ambas partes tienen que comprometerse y ceder (algo que por lo visto los ganaderos no han mostrado estar por la labor). El oso no puede ser el origen de todos los males del medio rural. Sin esa cesión por ambas partes es imposible alcanzar un consenso.
Este martes 15 de Octubre de 2019:“Las Cortes de Aragón han acordado este martes en un bizantino debate instar al Gobierno autonómico a pedir la deportación del Oso Goiat y a reclamar a estos dos últimos (e incluso a la UE) que asuman los gastos que el animal ha causado en sus correrías por el Pirineo.”
“La Comisión de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente respaldaba así la postura del consejero del ramo, Joaquín Olona, aunque con un rocambolesco guión en el que la resolución salía adelante sin el apoyo de ningún miembro del cuatripartito (PSOE, Podemos, Cha y Par), que se abstuvieron, como IU, y sí con los votos de la oposición de centro derecha, ya que Ciudadanos y Vox sumaban los suyos a los del PP, que era quien había propuesto esas medidas.”
Nos encontramos ante una confrontación política que hacen que se agrande la bola de nieve e impide su adecuada gestión. Es un problema que debe resolverse entre técnicos profesionales y personas involucradas, que deben encontrar la solución consensuada para llegar a un acuerdo. La ineptitud política solo lleva a orquestar decisiones con falta de criterio y que solo buscan dar una solución cortoplacista sin centrarse en el trasfondo del problema.
Se debe trabajar más y poner encima de la mesa opciones viables y diversas que deben entrar a debate y acuerdo por todas las partes: como el cercado virtual, inseminación artificial, cercar la ganadería, incrementar la vigilancia del ganado…
El oso ocupa en el Pirineo los bosques de árboles caducifolios, sobre todo los hayedos, y los mixtos de haya, abeto y pinos que tengan abundante sotobosque donde esconderse y alimentarse adecuadamente, es su hábitat y nos guste o no debemos respetarlo. Para los nostálgicos del Reino de Aragón Jaime II (el Justo) segundogénito de Pedro III, prohibió la caza del oso en esos lugares con ballesta u otras armas. (Enciclopedia aragonesa © DiCom Medios SL. C/ Hernán Cortés 37, 50005 Zaragoza).
Hay que seguir trabajando por la recuperación de las especies amenazadas, el oso merece tanto el pirineo como el pirineo merece al oso y nuestro deber como especie es encontrar una convivencia digna entre ambos, porque nos hemos acostumbrado a deshacernos de lo que no nos gusta, porque tenemos que afrontar los nuevos retos climáticos, porque somos consecuentes, sostenibles y capaces de dar una solución, porque el oso es emblema del pirineo, porque el oso es tan aragonés y tan de aquí, como lo es el quebrantahuesos, como lo fue el bucardo y como lo fue José Antonio Labordeta.
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