El balneario de agua salada al aire libre del Somontano volvió a abrir sus puertas el pasado lunes 21 de junio con algunos cambios en sus instalaciones.
El verano pasado, el Salinar de Naval no abrió por lo que aprovecharon para realizar algunas reformas en las instalaciones. El precio total de dichas inversiones ha rondado en torno a los 100.000€, una cantidad bastante considerable teniendo en cuenta que el año anterior se encontraba cerrado y que el complejo, independientemente de su apertura, genera unos gastos.
En primer lugar, se ha tirado uno de los cubiertos del restaurante y se ha vuelto a construir totalmente nuevo. A su vez, se ha ampliado la zona de césped en 200m² y se han cambiado los materiales de las zonas de sombra por unos más consistentes. Por último, también se han añadido más jaimas y se han cambiado las barandillas de madera de las piscinas por unas de acero inoxidable. En definitiva, como el propio gerente del Salinar, Saturnino Riazuelo, ha explicado el objetivo de estos cambios es «ofrecer un servicio de más calidad que el que se estaba dando».
Debido a la situación que se está viviendo actualmente por la Covid-19, el aforo se ha limitado a 200 personas, siempre y cuando no cambie la normativa actual. La reserva se podrá realizar a través de la página web y eso implica un sitio asegurado en el Salinar independientemente de la hora a la que se acuda, además de la disponibilidad de una hamaca.
A su vez, en la misma web se encuentra el teléfono del restaurante que se ubica en las mismas instalaciones. Aunque cabe recalcar que si pese a no haber reservado, no se han cubierto las plazas y hay sitio, también se puede comer allí.
El horario es de once de la mañana a ocho de la tarde y el Salinar acabará su temporada veraniega el 12 de septiembre. El precio de la entrada es de 10€ por persona, aunque si lo prefieren disponen de bonos de 10 baños por 85€.