El Salinar de Naval continúa abierto al público hasta el 12 de septiembre. El horario es de once de la mañana a ocho de la tarde y el precio de la entrada es de 10€ por persona, aunque también es posible la adquisición de bonos de 10 baños por 85€. Dada la actual situación generada por la crisis del COVID-19, será necesario hacer previa reserva en su página web. El aforo se limita a 200 personas y la reserva implica un sitio asegurado en el Salinar independientemente de la hora a la que se acuda, además de la disponibilidad de una hamaca.
El verano pasado, el Salinar de Naval no abrió a causa de la pandemia, por lo que aprovecharon para realizar algunas reformas en las instalaciones. El precio total de dichas inversiones ha rondado en torno a los 100.000€. Entre ellas estuvo la construcción de un nuevo cubierto del restaurante, la ampliación de la zona de césped, o la colocación de más jaimas. El recinto cuenta también con un restaurante cuyo teléfono se encuentra en la página web.
El Salinar cuenta con cinco pozas o piscinas habilitadas para el baño de distinta profundidad, lo que permite el acceso desde niños pequeños a personas de avanzada edad. En cualquier caso, todos los bañistas flotan ya que la concentración de salinidad es del 25% (por cada litro de agua hay 250 gramos de sal), muy por encima a la del Mar Muerto, donde mayor concentración salina existe. La sal procede de los manantiales de las rocas del barranco donde se encuentra esta ancestral explotación salinera reconvertida a comienzos del siglo XXI en un balneario al aire libre. El Gobierno de Aragón le otorgó la catalogación de aguas minero medicinales para uso terapéutico ya que además de eliminar estrés y generar sensación de bienestar, los baños rebajan la hipertensión y generan beneficios para la piel. Además, los fines de semana se ofrecen masajes corporales realizados por un fisioterapeuta.