Con la llegada de septiembre y la vuelta al colegio, entran por la puerta inesperada los temidos cumpleaños. Y es que las fiestas de cumpleaños con los más cercanos, en casa, con unos sándwiches de Nocilla y muchos platos con frutos secos y patatas fritas han mutado. Ahora, todos los padres se ven forzados a organizar un cumpleaños masivo fuera de casa.
La factura, en consecuencia, se eleva estrepitosamente. En España, de media, cada familia destina 1000 euros en la celebración de los cumpleaños por cada hijo, y al año. En cualquier fiesta no pueden faltar los globos de helio, por lo que todo padre que no quiera ser la comidilla de los grupos de Whatsapp de padres del colegio colocarán comprar helio como primer elemento indispensable, porque decorar fiestas con globos de helio siempre es un éxito.
En elegir el espacio ideal para la celebración del cumpleaños del hijo supone realizar numerosas gestiones entre los padres y niños: elaborar las invitaciones, enviarlas a los destinatarios, confirmar el número final de asistentes, preguntar a los padres si hay alguna intolerancia o alergia que pueda crear un momento de crisis durante la celebración… Un estrés.
Desde las asociaciones de monitores de ocio, animación y tiempo libre explican que desde 2014, el número de eventos organizados a la semana ha aumentado hasta duplicar los valores de antes de la crisis económica. La última moda implica contratar paquetes cerrados, explican, en los que la empresa se encarga de todo lo relativo al espectáculo. De lo único que se tienen que preocupar los padres es de elegir el mejor regalo para el cumpleañero.
Adiós a los juegos de mesa, bienvenidos regalos tecnológicos
La fiebre Spinner -los fabricantes reconocen que las ventas se han disparado en los últimos meses en un 150 por ciento- ha puesto de relieve que el niño y el adolescente de hoy dista mucho de los patrones de comportamiento de las generaciones precedentes. Regalar hoy a un niño un juego de mesa, como por ejemplo un ajedrez, se ha convertido en un regalo minoritario en una sociedad marcado por lo tecnológico.
Ahora, el último grito en regalos son los smartphone, las tablets o dispositivos electrónicos como la robótica o la impresión 3D. Entre los últimos gadgets que se han instalado en la mente de los jóvenes se encuentra el 3Doodler, un bolígrafo 3D que convierte el dibujo en una figura en tres dimensiones. Para muchos creativos, este lápiz 3D es como una impresora 3D de mano. Y apunta como uno de los regalos estrella.
Las fiestas temáticas, las más demandadas
¿Qué eligen los padres para los cumpleaños de los hijos? Desde los colectivos de empresas del sector inciden en que lo que buscan los progenitores son precios competitivos y propuestas diferentes. Explican que muchos padres llegan a ellos estresados porque su hijo ha asistido a cumpleaños espectaculares y no quiere que el suyo sea menos.
La presión social siempre ha existido, matizan, pero ahora con el Whatsapp, y los grupos privados en redes sociales similares, se ha multiplicado. Los padres sienten que si no tiran la casa por la venta serán la comidilla de los otros padres y que, a la larga, eso afectará al autoestima y la sociabilidad del niño, resaltan.
Los psicólogos infantiles aconsejan a los padres consultar a los niños y jóvenes qué tipo de celebración quieren. En ocasiones, añaden, los padres se mueven por lo que dirán otros padres y no tienen en cuenta que su hijo no se lleva bien con determinados compañeros, creando situaciones embarazosas y de tensión en él.
Del mismo modo, insisten es preferible preguntar a los padres anfitriones antes de lanzarse a aventurar potenciales regalos, si hay algo que el niño necesite, más allá de objetos como percheros de colgar en su habitación, que se pueden adquirir en cualquier tienda de percheros y decoración. ¿Quién querría comprar un perchero para colgar de regalo y que ya tenga el obsequiado? De esta forma, insisten los psicólogos, se favorecen los regalos útiles y que puedan servir al niño o joven para estimular sus aficiones.
Según fuentes del sector de empresas especializadas en eventos infantiles, entre los paquetes de servicios más demandados destacan las fiestas temáticas. Desde improvisados campamentos para exploradores, a talleres creativos o experiencias inmersivas, el sector vive una auténtica eclosión de opciones para los padres.
Las tecnologías conforman una atracción para los públicos a partir de los 12 años. Se trata de un público que empieza la adolescencia, explican, tienen sus primeros dispositivos móviles y estudian con el ordenador como libro de texto. Para este segmento de población, insisten, meterles en una fiesta en el McDonall’s con las bolas ya no le resulta divertido. Exige estimulaciones tecnológicas porque su entorno ya lo es.
Para ellos, poder ser parte de la acción es importante, como lo es, añaden los psicólogos, estimular su pensamiento creativo y su personalidad. Para ello, los juegos de realidad virtual y los conocidos como escape rooms suponen un handicap: diversión, entretenimiento, y grandes dosis de ingenio y valores de colaboración en equipo.
En cambio, para niños de entre 6 a 11 años, las opciones tradicionales de zona de juegos controlada o un espacio con presencia de unos monitores sigue teniendo gran tirón. Para aquellos que buscan algo más activo para los niños, explican desde diversos centros, las fiestas en piscina son una magnífica opción de combinar diversión con ejercicio físico y valores.