Alrededor de 100 expertos y expertas se reunieron ayer de forma telemática en el primer Seminario de transferencia y replicabilidad del proyecto europeo LIFE MIDMACC. El objetivo de la asamblea fue la gestión del paisaje de media montaña para aminorar su vulnerabilidad frente al cambio climático y global. Los asistentes pertenecían a cinco países miembros de la Unión Europea y también había representantes de las siete zonas de los Pirineos, además de la participación de Euromontana (Asociación Europea de Áreas de Montaña) y otras entidades. El encuentro tuvo lugar en paralelo al estudio y negociación de los detalles de implantación de la Política Agraria Común (PAC) para el periodo 2021-2027, y se trataron medidas concretas que podrían incluirse en ella.
Estas medidas se desarrollaron en torno a tres ejes. En primer lugar, en cuanto a agricultura y ganadería se propusieron acciones orientadas a favorecer la convivencia entre sectores y actividades diversas, como la ganadería, el cultivo de viñedos y las zonas boscosas. El segundo punto fue la propuesta de implementar una gestión forestal activa y adaptativa que consiga incrementar la resiliencia de los bosques a los retos climáticos, reduciendo su carga combustible y haciendo prevalecer sus beneficios ambientales. Por último, el desarrollo rural ligado a la fijación de población en el territorio a partir de la extensión del uso de tecnologías agrícolas innovadoras, lo que permitirá aumentar la competitividad de las pequeñas y medianas explotaciones. Añadir que, además, este proyecto también persigue identificar territorios a los que puedan transferirse y replicarse las metodologías que utiliza este proyecto.
El proyecto europeo LIFE MIDMACC centra sus recomendaciones en evidencias científicas y experimenta, de forma principal, en gestión forestal, ganadería extensiva y uso de la viña. Midmacc está liderado por el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) y cuenta con la participación de otras entidades como la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, a través de su Observatorio Pirenaico del Cambio Climático, el IPE-CSIC, el IRTA, la Oficina Catalana del Canvi Climàtic, la Universitat Autònoma de Barcelona, la Universidad de Zaragoza y la Universidad de la Rioja.
La Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP) es un consorcio sujeto al derecho público español que trabaja en la línea del desarrollo del macizo pirenaico en base a la cooperación territorial para mejorar la vida de los habitantes de estos territorios. Nació en 1983 con el apoyo del Consejo de Europa y sus miembros pertenecen a los territorios pirenaicos: las dos regiones francesas Nouvelle-Aquitaine y Occitanie/Pyrénées-Méditerranée; las cuatro comunidades autónomas españolas Catalunya, Aragón, Navarra, Euskadi; y el Principado de Andorra. El CTP participa en el LIFE MIDMACC a través del Observatorio Pirenaico del Cambio Climático (OPCC), cuyo objetivo es el estudio del cambio climático en los Pirineos y en ecosistemas de montaña en general, para ayudar a la zona a adaptarse a estos impactos.