Como cada doce de febrero los vecinos de Colungo, celebramos la fiesta pequeña en honor a Santa Eulalia ya casi con total normalidad.
Los actos festivos tuvieron lugar por la tarde con el encendido de la hoguera, este año con cambio de ubicación se hizo en la plaza del frontón en lugar de la plaza de la iglesia por ser un lugar más amplio.
El bandeo de campanas y disparo de cohetes anunciaba la fiesta, cosa que emociono a más de un vecino pues después de tanto tiempo sin sentir ese ambiente de celebración.
Este año se hizo una procesión más corta por las calles aledañas a la iglesia, la tradición es subir en procesión a la ermita de Santa Eulalia que se encuentra en el cementerio, pero por segundo año no se pudo hacer, pero al menos salió la virgen en la peana para recorrer las calles del pueblo.
La celebración de este año fue especial por la presencia en la iglesia de la figura de la virgen que se expone en la ermita de grandes dimensiones, al no poder ir allí se decidió desde el consistorio bajarla a la iglesia para colocarla junto a la réplica que se encuentra en la iglesia. Fue algo que no sucedía hará igual más de medio siglo y que será recordado.
Al terminar la misa llegó uno de los momentos más emotivos al cantar los vecinos el himno de Santa Eulalia, cuatro estrofas en la que se pide a la virgen que nos proteja y de su bendición.
A ritmo de jota el mosén José María Cabrero bendijo los panecillos y el jamón que se repartieron a la salida de la iglesia. En esta ocasión los panecillos estaban envueltos en papel y el jamón en lugar de cogerlo cada uno de la bandeja se fueron repartiendo en fila.
En la fiesta estuvieron presentes las cámaras del programa de Aragón tv menudo es mi pueblo en el que Colungo forma parte del concurso.
Alrededor de la hoguera disfrutamos hasta pasada la medianoche en buena armonía y con la satisfacción de volver a disfrutar de este día tan especial todos juntos.