Hoy lunes 21 de diciembre, a vísperas de unas “Vacaciones de Navidad” algo anómalas, nos encontramos un escenario bastante revuelto, con familias separadas, una crisis climática in crescendo y una pandemia que encara su tercera ola, no obstante, la órbita terrestre sigue su curso y como cada año se producirá el solsticio de invierno, que dará lugar, como su propio nombre indica a la llegada del invierno.
¿Pero qué significa el solsticio de invierno?
Este fenómeno se produce por el efecto combinado de la rotación terrestre sobre su eje de inclinación (~23,5º) y el movimiento de traslación de la tierra sobre el sol.
De forma simple sería que los rayos inciden de forma más directa en el hemisferio sur (solsticio de verano) y de forma menos directa en el hemisferio norte (solsticio de invierno).
De forma algo más completa el solsticio de invierno sería el momento del año en el cual la inclinación del eje de la tierra respecto al sol es máxima en el hemisferio norte (menor incidencia) tal y como se observa en el dibujo.
Por lo tanto la incidencia de los rayos de sol será máxima en el hemisferio sur y los rayos de sol incidirán de forma perpendicular sobre el Trópico de Capricornio, por lo que será verano en este hemisferio.
Mientras la incidencia de los rayos del sol será mínima en el hemisferio norte, donde nos encontramos, y estos rayos incidirán con la máxima inclinación sobre el Trópico de Cáncer, es decir, el sol se queda más bajo y saldrá desde el este, como siempre, pero desplazado a su punto más al sur, por lo que este fenómeno dará lugar al invierno. La hora prevista este año es a las 11:02 hora peninsular, según los datos del Observatorio Astronómico Nacional (OAN), como consecuencia tendrá lugar la noche de mayor duración del año.
Por lo que durante esa hora entrara de forma oficial el invierno siendo, a su vez, el día más corto del año y en esa fecha tan concreta existe una antigua tradición denominada “Fiesta del sol invicto”.
En general, muchas de nuestras fiestas patronales y tradicionales actuales son fiestas cristianas que tienen en realidad tienen un origen pagano, como ocurre con los carnavales o la noche de San Juan por ejemplo, cuya celebración también se celebro el solsticio inverso, el solsticio de verano.
El catolicismo, de esa forma, ha utilizado estas fiestas para poder calar mejor entre la población e incorporar todo tipo de creencias populares a sus propios ritos.
Cuando hablamos de la Fiesta del Sol Invicto (Natalis Sol Invictus, el nacimiento del Sol Invicto) convertida en lo que conocemos como Navidad, podríamos estar hablando de una celebración pre cristiana e incluso pre romana. No existe ninguna información indubitada sobre la fecha de nacimiento de Jesús de Nazaret por lo que se conoce realmente no nació un 25 de diciembre y esta fecha fue fruto del empeño de la iglesia católica de amoldar todas esas tradiciones antiguas y paganas al cristianismo, el cual, está basado e influenciado en su mayor parte por religiones antiguas, como es la del antiguo Egipto. (Nacho Ares, 2017).
Prácticamente en todas las culturas tienen o han tenido una forma de celebrar ese momento. En la antigua Roma se celebraban las Saturnalias que empezaban el 17 de diciembre y duraban 7 días, en honor al dios de la agricultura y de la cosecha, Saturno. El 25 de diciembre en el calendario juliano se bautizó como ‘Sol Invictus’ en conmemoración al Sol. Fiesta del Sol Invicto (Dies Natalis Solis Invicti).
Por lo tanto eran fiestas basadas en los cultos agrarios que celebraban el solsticio de invierno, como el fin del período del progresivo oscurecimiento de los días y el regreso de la luz al renacer. En estas fiestas Saturnales se decoraban las casas con plantas y se encendían velas para celebrar la nueva venida de la luz. Los amigos y familiares se hacían regalos. Eran días de bulliciosas diversiones, banquetes e intercambio de regalos. (Mario Hernández, 2015).
Muchos emperadores grabaron al Sol Invictus en sus monedas oficiales, con la leyenda SOLI INVICTO COMITI (Nacimiento de Mitra) para de este modo invocar al sol invicto como compañero del emperador. De hecho, la moneda oficial de Constantino continuó llevando la leyenda relativa al Sol Invictus (año 323 D.C.).
La religión y fiesta del Sol Invictus continuó siendo parte de la religión estatal hasta que el paganismo fue abolido por decreto del emperador Teodosio I, promulgando como única religión del Imperio al cristianismo (Año 380 D.C.).
A pesar del empeño de la iglesia de monopolizar toda celebración, esta fecha sigue dando pie a diferentes cultos referidos al sol, al misticismo y al misterio.
“El aparente poder sobrenatural para gobernar las estaciones que se manifiesta en los solsticios ha inspirado todo tipo de reacciones: ritos de la fertilidad, festivales relacionados con el fuego, ofrendas a los dioses” (Richard Cohen, 2012).
Esta navidad, no se caracteriza por poner encima de todo los valores humanistas y solidarios que había anteriormente en nuestros pueblos, antiguamente se compartía entre vecinos conservas y enseres, para aquellos que hubieran tenido mala suerte en la cosecha y ayudar así a pasar el invierno a las familias que estén pasando una mala racha y evitar que exista un hogar con falta de alimentos.
Actualmente, la Navidad es una fiesta más profana que religiosa. Una expresión capitalista del sistema que nos domina actualmente, que se expresa mediante un consumismo salvaje con gran actividad comercial centrada en el marketing, una sobre iluminación, intercambio de regalos y sobre generación de residuos con todo el deterioro ambiental que ello supone. La parte positiva son las reuniones y reencuentros familiares, que este año serán algo más comedidos.
A pesar de todo, esta fiesta está basada en un fenómeno astronómico, que es constante, por lo que ha permanecido y permanecerá a lo largo de nuestra cultura e historia, independientemente de la religión establecida y del sistema dominante, dicho esto, la interpretación y gestión que hagamos de este suceso, queda libre para la interpretación individual de culto que haga cada uno.
Se trata de la noche más larga del año, se cierran ciclos agrícolas, biológicos y orbitales, a la vez, es el momento en que los días comienzan de nuevo a crecer, es una victoria simbólica del sol frente a la oscuridad, de la naturaleza frente a la contaminación, de la vida frente a la muerte, se trata de una época para sembrar esperanza, de un renacer, un corazón que vuelve a latir.
¡Feliz solsticio de invierno!
¡Feliz fiesta del Sol Invicto!
BIBLIOGRAFÍA
- Departamento de Astronomía y Astrofísica (DAAF), (2013) Facultad de Ciencias Espaciales/UNAH http://faces.unah.edu.hn/astro/index.php/evntspcls/a2011/9-vinculacion/astroefem/51-solsticio-de-invierno-21-de-diciembre-2009
- Jesus Callejo (8 de enero de 2018) MITOS Y RITOS DE LA NAVIDAD. https://hemerotecadispersa.blogspot.com/2018/01/mitos-y-ritos-de-la-navidad-parte-3-de-3.html
- La Hija del Sol (2017), Nacho Ares: «El reinado del faraón Akhenatón es uno de los más apasionantes de la historia de Egipto«.
- Bayet, Jean., (1984).La religión romana. Historia política y psicológica. Traducción de Miguel Ángel Elvira. Madrid: Cristiandad.
- Hernández, M. (2015).
- Richard Cohen (2012) Persiguiendo el sol. La historia épica del astro que nos da la vida. http://www.turnerlibros.com/book/persiguiendo-el-sol.html