La primera descripción científica de esta planta data de 1926. Por aquel entonces, el francés Étiene Marcelin Sennen había dejado su patria natal para regir el colegio en Figueras de los hermanos de La Salle, congregación dedicada a la enseñanza a la que Sennen pertenecía. No era la primera vez que cruzaba el Pirineo, y probablemente fue su profunda afición a la botánica la que le llevó al desempeño del cargo de director de escuela en tierras catalanas. Ya desde principios de siglo había participado en diversas herborizaciones tanto en la Península Ibérica como en Marruecos. Eran ya conocidas sus descripciones en los corros botánicos españoles. Entre ellos eran bien recibidas sus notas en las tierras aragonesas. La Sociedad Aragonesa de las Ciencias Naturales publicó ya en 1909 la relación de una veintena de plantas recolectadas por las tierras de Tortosa. Sucederían más aportaciones de este botánico en los años siguientes, siendo la editorial zaragozana de Cecilio Gasca la encargada de dar a luz en papel impreso estas descripciones. Muestra también del interés que despertaba este botánico en Aragón , unos años más tarde la Sociedad Ibérica de Ciencias Naturales, afincada así mismo en Zaragoza, publicaba en sus boletines más noticias descriptivas de Sennen.
En nuestro territorio encontramos Ophrys passionis en pastos soleados, secos, de influencia climática claramente mediterránea, en ocasiones acompañados de tomillos o aliagas como sucede en los lechos arenosos de la Boquera. También aparece dispersa en barbechos o campos de cultivos leñosos donde no se han aplicado con exceso herbicidas. Para el atlas de la flora de Aragón es una planta muy rara en la depresión del Ebro y rara hacia el norte. Los somontanos son terreno apropiado para ver esta flor. Por su similitud a veces es difícil diferenciarla con O. sphegodes, de floración algo más temprana, muy similar en porte, tamaño y colores. Veremos diferentes los diseños del labio inferior, así como en los pseudoojos que en O. sphegodes son verdes y en O. passionis son negro brillante. No obstante la separación de estas pequeñas orquídeas es compleja por la propensión a generar híbridos que mezclan caracteres.
Quizá las fechas en las que esta orquídea florece, también posiblemente los colores del labelo, unido a su condición de religioso de La Salle le inspiraron el nombre específico «passionis» en relación a la fiesta de la Pascua. Por mi parte añadiré,con permiso de Sennen, que en nuestra lengua la palabra pasión, además de significar la acción de padecer, también significa la afición vehemente de algo. Esta orquídea, como todas las demás plantas de nuestra tierra, provocan esta pasión, el disfrute vehemente de la Naturaleza.