«Parecía que se acababa el mundo». Así de gráfica se mostraba ayer la alcaldesa de Pozán de Vero, Rosana Marcos, escoba en mano, mientras limpiaba los daños acaecidos por una fuerte tormenta que cayó en la medianoche del jueves. Aproximadamente 45 litros por metro cuadrado se precipitaron sobre el casco urbano de esta localidad cercana a Barbastro y que sin embargo no registró apenas incidencias según informaron desde la Policía Local.
En cambio, el daño en Pozán de Vero ha sido catastrófico al perder el 60% del viñedo plantado, según aseguraban los viticultores de esta localidad que pertenecen bien a la Cooperativa Somontano de Sobrarbe, de Bodega Pirineos, y a Viñas del Vero, entre otras empresas vitivinícolas de la Denominación de Origen Somontano.
La tormenta comenzó a las 23.45 y a la medianoche cesó. En sólo un cuarto de hora, los 45 litros de agua llevaron maleza, cantos de río, lodo y pedruscos desde el barranco del Piojo, en la parte alta de la localidad, hasta el pueblo y la carretera que quedó obstruida por la gran cantidad de agua acumulada.
Prácticamente todas las bodegas y plantas bajas de las casas quedaron anegadas y hubo que recurrir a la ayuda de los bomberos del parque de protección civil del Somontano que estuvieron achicando agua hasta las cuatro de la madrugada. El agua llegaba hasta la cintura, como relataba la alcaldesa que con otros vecinos estuvieron achicando agua y limpiando las calles, plazas y carreteras con palas y cepillos.
En las labores de limpieza también intervino el servicio de mantenimiento de carreteras del Gobierno de Aragón para poder reabrir la vía al tráfico que estuvo cortada un breve espacio de tiempo por la noche.
Desde el Ayuntamiento de Pozán de Vero se ha pedido ayuda a la Diputación Provincial de Huesca y a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para acometer las tareas de limpieza. Precisamente a la CHE, la alcaldesa Rosana Marcos le pide que acondicione el barranco del Piojo, de su propiedad, ya que está cubierto de maleza y piedras al estar sin desbrozar ni limpiar. «El barranco hace un embudo que lleva el agua a Pozán y como la carretera no desagua bien al río, si no se limpia volverá a ocurrir algo parecido la próxima vez que llueva tanto», explicaba la alcaldesa, quien también pedía actuaciones para facilitar el desagüe desde la carretera al Vero.
Importante ha sido el daño en el viñedo. Los viticultores han comprobado como el granizo que acompañó a la fuerte tromba de agua ha destrozado buena parte de los racimos y ha machado la uva. Otros cultivos y las huertas de Pozán también se han visto seriamente afectados.
Por lo que respecta al resto de viñedos de la D.O. Somontano, desde el Consejo Regulador informaba ayer que no tenían constancia de nuevos daños en el campo.
Pozán de Vero volvía ayer a la calma al mediodía, una vez que las tareas de limpieza consiguieron erradicar el lodo y la grava de calles y plazas.
En otros puntos del Somontano también cayó una fuerte tormenta en la noche del jueves, sobre todo en la sierra de Guara. Fue el caso de Colungo donde la precipitación dejó 40 litros de agua pero en este caso no hubo daños que lamentar.