Paula Gracia: Itziar, eres profesora de yoga y mindfulness ¿nos explicas qué relación tiene esto con el dinero?!
Itziar Goikolea: El dinero es una forma de energía. Su nexo de unión es la manera en que comprometemos nuestra alma en nuestra relación con el dinero, en el cómo lo obtenemos y lo usamos.
La relación consiste en cómo procurar una vida consciente y plena en nuestra relación con el dinero, para alcanzar de este modo una transformación total en todos los aspectos de nuestra vida.
Si exploramos nuestra relación con el dinero, ésta debe llevarnos a una experiencia de paz mental y no por el contrario de estrés o mal estar, como sucede en ocasiones.
El yoga y la meditación son prácticas que nos ayudan a conseguir la armonía con uno mismo y con el entorno. De esta manera, podemos vivir y usar el dinero de forma consciente, como un elemento más que nos conduzca a la paz interior. Porque elegirás conscientemente cómo ganarlo y usarlo de acuerdo con unos valores que están más alineados con tu forma de entender la vida.
PG: En ocasiones el dinero se asocia con el poder o incluso tiene connotaciones negativas, ¿qué significado tiene para ti?
IG: Para mí es una forma de energía. Es un intercambio entre el valor que tú aportas al mundo y cómo vuelve a ti en forma de energía, de abundancia.
PG: En qué consisten los conceptos de la cultura de la escasez o la suficiencia.
IG: Mi sensación es que vivimos en una cultura de la escasez en la que la mayoría de las personas tienen puesto el enfoque y la atención en lo que no se tiene, en lo que nos falta, siempre queriendo más. Por tanto, nunca es suficiente.
Creo que la idea es poder cambiar la forma de pensar y centrarnos en la suficiencia, que implica ser conscientes de que en realidad tenemos todo lo que necesitamos y además, somos suficiente tal y como somos. Hecho que implica también una aceptación de nosotros mismos.
Para tener una idea global, la escasez habla en términos de:
- Vacío
- Miedo
- Desconfianza
- Envidia
- Avaricia
- Competencia
- Fragmentación
- Aislamiento
- Juicio
- Control
- Prisa
- Y riqueza externa.
En cambio, la suficiencia habla en términos de:
- Plenitud
- Gratitud
- Respeto
- Contribución
- Fe
- Compasión
- Integración
- Aceptación
- Compañerismo
- Responsabilidad
- Resiliencia
- Y riqueza interna.
PG: ¿Cómo podríamos acabar hoy en día con los sistemas de escasez que nos rodean?
IG: Para mí, cambiando la forma de pensar, sobre todo la forma de pensar en el dinero y buscando cómo usarlo con conciencia. Es decir, contribuir con proyectos sostenibles que cuidan a las personas y al planeta.
Por ejemplo, yo llevo diez años comprando la verdura a un vecino que es agricultor y cultiva la tierra con productos ecológicos, sin contaminar. Es una elección el ir a comprarle a él en vez de ir al supermercado.
El Center for a New American Dream ofrece algunas sugerencias prácticas de cómo podemos educar a nuestros hijos en esta nueva cultura. Yo creo que, además, viene dado por un cambio en la cultura, más que por un cambio genético.
Tenemos que empezar a cambiar nuestras conversaciones. En el Center for a New American Dream hablan de lo importante que es ayudar a los niños a entender que cada producto está hecho con materiales extraídos de la tierra, y además con materiales que no desaparecen al tirar la basura.
Debemos enseñar a los pequeños que cuando consumimos mucho plástico, estamos dejando una carga pesada a las generaciones futuras. Debemos tratar de encontrar productos ecológicos que resulten duraderos y que estén hechos con materiales biodegradables y reciclados.
Es decir y sobre todo, CONSUMIR LO NECESARIO. Básicamente la cultura de la suficiencia habla de que vivimos en un universo donde hay suficiente para las necesidades de todos, PERO NO PARA LA AVARICIA.
PG: en tu blog comentas que tus hijos «son tus mayores en el tiempo del universo”. ¿Qué significa esto?
IG: Para mí nuestros hijos son nuestros maestros. Vienen de un universo más completo, más evolucionado que nosotros, y solo podemos ver ese universo a través de sus ojos. Verlos de esta forma es confirmar sus instintos naturales y honrar su conocimiento natural.
Pienso que si existe una esperanza para el futuro reside en ellos, en nuestros adolescentes. Hay que escucharlos y creer en ellos, porque ellos tienen las soluciones a los grandes problemas de la humanidad. Pero para que ellos puedan desplegar sus talentos, los adultos tenemos que creer en ellos. Pero se les escucha poco. Deberíamos darles un poquito más de gozo y darles más voz.
PG: ¿Cómo podemos actuar para potenciar sus habilidades sin frenarlos?
IG: Guiándoles para que descubran que es lo que más les gusta hacer y lo que mejor se les da. Creo que estamos aquí para hacer lo que mejor sabemos hacer de forma natural, sea lo que sea. Si lo hacen con pasión, se van a inspirar y van a tener éxito seguro.
Yo creo que la clave es que ellos puedan descubrir cuáles son sus dones y cómo ponerlos al servicio de la humanidad.
PG: ¿Cómo podemos legarles una conciencia saludable del dinero?
IG: Nuestros hijos aprenden de nosotros no por lo que decimos, sino por lo que hacemos. Creamos nuestro legado con el ejemplo que damos. Podemos crear un legado de suficiencia o escasez de muchas maneras, pero muy especialmente en nuestra relación con el dinero. Podemos acumularlo y guardarlo, agotarlo y tomarlo, o podemos nutrir, compartir, repartir, gastar conscientemente y contribuir.
PG: ¿Nos puedes hablar un poco acerca de Ringana?
IG: En Ringana llevo poquito tiempo colaborando, pero ¡me encanta! Me he enamorado de su producto, pero sobre todo del proyecto. Es una empresa familiar que vende cosmética y suplementos de forma ética y sostenible. Su mayor lema es el frescor. Desde que recolectan los ingredientes hasta que la cosmética llega a tu casa, no pasan más de cinco semanas. Es decir, respetan los procesos de maduración de la naturaleza.
Todo es absolutamente ecológico y 100% coherente. Analizan todo lo que hacen para disminuir la huella de CO2 y la neutralizan colaborando con proyectos de reforestación del Amazonas. Todos los envases que usan son de plástico reciclado de caña de azúcar y evitan cualquier derivado del petróleo. Los envases de cristal son reciclados y reciclables. Por ejemplo, por cada diez botes de cristal que tú les mandas, ellos te regalan un producto gratis. O sea, que fomentan el reciclaje y colaboran con diferentes proyectos sociales. Por ejemplo, todos los productos vienen envueltos en toallas de algodón ecológico que están hechos por mujeres en riesgo de exclusión, y además, su plantilla fomenta la integración y la igualdad.
Para mí Ringana es un una forma convertirme en guardiana de la tierra, en poner ese granito para crear un mundo más cercano a lo que me gustaría dejar a mis hijos. Y volviendo al tema del que estamos hablando, es una forma de elegir cómo usar tu dinero conscientemente y dar fuerza a qué proyectos tan bonitos como éste puedan crecer.
PG: Para finalizar, ¿Nos podrías dar algunos consejos, tips, para cambiar la escasez por la suficiencia?
IG: Bueno yo empezaría por elegir cómo quieres usar tu dinero. Es decir, elegir un consumo sostenible y apoyar los productos locales que, además, fomentan la economía local.
También apoyando proyectos que cuidan el planeta y a las personas, porque solamente así estaremos aportando ese granito de arena para dejar a nuestros hijos un legado más justo, un planeta más vivo.
Y PRACTICAR LA GRATITUD, valorando cada día lo que tenemos. En esta cultura de la escasez damos por supuestas muchas cosas que tenemos en nuestro día a día y que no deberíamos dar por supuestas, porque realmente cuando uno viaja y visitas lugares desfavorecidos, valoras lo que tienes mucho más. En algún momento te das cuenta de que somos privilegiados por el simple hecho de tener agua corriente potable cuando abres el grifo o tener una cama caliente o un techo sobre tu cabeza.
La gratitud para mí es la puerta a la abundancia y a ese camino hacia la riqueza interna. Hay que valorar y pararnos a pensar en todo lo que tenemos y lo que de verdad necesitamos.