La historia del Hotel San Ramón comienza en Nocito con el nacimiento de Rita Villacampa en 1850. Tras una infancia dura y peculiar, con solo doce años aceptó la oferta de servir en una casa de Selgua.
A partir del mes de octubre de 1862, Rita Villacampa estableció su residencia en casa de las Señoras Biscarra que, según me explicaba mi padre, estaba situada en la calle Mayor número 22 de Selgua.
El padre de Rita había cerrado un trato muy simple. A cambio de comida y un lugar donde dormir su hija realizaría tareas de la casa.
Rita se adaptó fácilmente a la vida en un pueblo que triplicaba la superficie y la población de su Nocito natal.
Año tras año, cuando su padre se desplazaba hasta Selgua para rendir cuentas a las señoras Biscarra, Rita se reafirmaba en su interés por seguir trabajando en aquella casa en la que se sentía valorada y apreciada y en la que veía un futuro.
Pai, yo quiero quedar-me en a casa d’as siñoras. No quiero tornar a la montaña – le decía a su padre en su fabla natal-
El ya mencionado Pascual Madoz en el año 1849 describía así la población de Selgua:
“SELGUA.1. en la provincia de Huesca, partido judicial de Barbastro… es capital del Ayuntamiento de su nombre a que se hallan agregados los pueblos de Monesma con la pardina de Odina y Conchel… con buena ventilación y clima templado y sano; las enfermedades comunes son fiebres intermitentes. Tiene 60 casas, la consistorial, una Iglesia Parroquial (Nuestra Señora del Romeral)… población: 61 vecinos, 367 almas, riqueza impositiva 88.010 reales. Contribución: 11.134 reales (Madoz 1849, páginas 163-164)”.
Pronto Rita se sintió cómoda en una casa cuyo personal de servicio aceptó e integró rápidamente a aquella niña despierta, sencilla y trabajadora que no rechazaba ninguna tarea por desagradable que fuera.
Mucho aprendió de sus compañeras de trabajo y pronto fue conocida en todo el pueblo por sus peculiares y especiales habilidades en la cocina.
En 1868, siendo una adolescente de dieciocho años, Rita contrajo matrimonio con Francisco, un vecino de Selgua que tenía once más que ella.
Francisco Fajarnés Argental aparece en el Censo Electoral de Barbastro del año 1892 como “posador”, sustantivo con el que se denominaba a los propietarios de una posada. Además, el Censo nos informa de datos tan interesantes como que vivía en la calle Río Ancho (actual calle General Ricardos) número 63, que había nacido en el año 1839 y que no sabía leer ni escribir. Como curiosidad su primer apellido aparece escrito con “g”: FAGARNÉS.
El origen del apellido Fajarnés o Fagarnés (hoy definitivamente es Fajarnés), parece que tiene lugar en la llegada a Cataluña de soldados procedentes de Italia en el siglo XI para reforzar las fronteras de la Marca Hispánica. Tras establecerse junto al río Llobregat se desplazaron hasta el actual territorio de la Comunidad de Aragón.
El matrimonio formado por Francisco y Rita pronto vio nacer en Selgua a su primer descendiente. Era una niña y la bautizaron con el nombre de Josefa.
De Josefa Fajarnés Villacampa sabemos que se casó con José Berot, natural de Benasque (Huesca). El matrimonio Berot-Fajarnés se trasladó a vivir a Benasque donde tuvo cuatro hijos varones: José María, Marcial, Joaquín y Luis.
La boda de Josefa con José Berot fue recogida ámpliamente en el periódico “Diario de Huesca” de fecha 27 de abril de 1.898 en los siguientes términos:
“Enlace matrimonial. El sábado último se verificó en Barbastro el de la bella y muy simpática señorita Doña Josefa Fajarnés… con el distinguido joven José Veró (es un error, es José Berot)… hijo de acaudalada familia de Benasque. El acto fue viva demostración de las simpatías que en la ciudad del Vero tiene la familia del Señor Fajarnés concurriendo a la ceremonia las Sras de Bosch, Samitier, Herrero, Bustos, Guiral y Gracia y Srtas de Romero, Lafore, Moreras, Frago, Gil, Sanz, Muñoz, Castro, Larrosa y las hermanas de la novia Sebastiana y Paula y los Sres Coronel de la zona Sr. Bosch, el exdiputado a Cortes Sr. Albar, Mossen Mariano Torres, Mariano Naval, Alberto e Ignacio Palà, Bernardino Berot, D. Baldomero y D. Ramón Bosch, D. José Fajarnés, D. Antonio Nerín…
Desde la Iglesia se encaminaron los desposados a casa de los padres de la novia donde fueron espléndidamente obsequiados ofreciendo la mesa el buen gusto que ha dado a su madre Doña Rita merecida reputación, y salieron después los novios para Barcelona, despidiéndoles en la estación todos los invitados y regresando después a casa de los señores Fajarnés donde el elemento joven se consagró al baile. Deseamos a los recién casados una luna de miel perpetua y felicidades inacabables”.
En esta nota de sociedad ya se cita a Rita como Doña Rita y se habla de su “merecida reputación” como cocinera.
Su segundo retoño también fue una niña nacida en Selgua en el año 1870. Fue mi bisabuela Sebastiana Fajarnés Villacampa de la que trataremos en futuros capítulos.
Fue muy prolífica Rita que parió hasta cinco hijos más. Paula, Cándida, Andrés, Felicidad y Santiago.
Paula murió joven. Era el día 16 de Agosto de 1903. Su esquela apareció en el recién fundado “El Cruzado Aragonés” del día siguiente.
Cándida fue religiosa. Perteneció a la Congregación de las Hermanas de la Caridad.
Santiago murió siendo niño.
Andrés y Felicidad, de los que trataremos más adelante, contrajeron matrimonio con Enriqueta y Félix Lalanne, miembros de una de las familias más importantes y acaudaladas de Barbastro.
El viaje de Rita a Selgua cambió su vida, pero otro hecho representó un tsunami:
La llegada del ferrocarril a Barbastro.