Nos cuentas en qué consiste vuestra asociación ¿Qué os incitó a crearla? A raíz de mi colaboración con la Asociación Yaperú, se generó en mí una necesidad de dedicar parte de mi tiempo libre a cooperar. Haber trabajado en este tipo de proyectos te cambia la vida, te cambia los valores. Por eso decidí fundar una asociación yo misma, lo comenté con Elena, le pareció estupendo y ahora formamos lo que podría llamarse un tándem perfecto.
Montar una asociación de este tipo, y sobre todo llevar a cabo los proyectos que emprendéis, parece muy complejo ¿Lo es? No es complejo, es tan fácil como dar de alta una asociación. Aunque quiero hacer hincapié en que a pesar de que los trámites para crear una Asociación, para ejercer como una ONG, son muy sencillos, su gestión requiere una gran responsabilidad. Son necesarias mucha formalidad y cautela, porque se asumen muchos riesgos.
Además de buscar ayudar a los más desfavorecidos son varias las razones que nos motivaron a constituir Imagine. Una de ellas fue que queríamos que la gente viera la cooperación como algo sencillo. Muchas personas recurre a nosotras preguntándonos dónde pueden cooperar o dónde pueden hacer un voluntariado. Con Imagine queremos acercar las posibilidades de cooperación.
Y la logística ¿Cómo la organizáis? En estos países es complicado. Aunque en Marruecos tenemos un contacto muy bueno. Nuestro “angelito” Ibrahim. Un señor que habla español y nos apoya en todos los proyectos. Se encarga de las gestiones, comprar y transportar el material. Si no estuviera él, se dificultaría todo mucho.
En Guinea, por contra, no tenemos a nadie de confianza con quien trabajar codo con codo. Tener que hacer todas las gestiones en nuestras visitas, dificulta y ralentiza todo mucho, pero eso no nos hace dejar de seguir trabajando con muchas ganas. Simplemente es un planteamiento diferente.
¿A qué sectores de la población os dirigís? ¿En qué países actuáis? Desgraciadamente hay países en los que todos los sectores tienen enormes necesidades, pero normalmente los más débiles son los niños, las mujeres, sobre todo las embarazadas, y las personas mayores.
Trabajamos en sanidad con toda la población, en temas educativos con los niños y en el empoderamiento de las mujeres. En estos países el peso social de la mujer es prácticamente nulo: escasamente tienen derechos y viven muy sometidas. Ante esto queremos aportar un granito de arena. Somos muy conscientes de que nosotras no vamos a cambiarlo, pero sí podemos concienciar y crear pequeñas nuevas rutinas favorecedoras.
En cuanto a los proyectos que hemos realizado, en la actualidad apoyamos en Panamá un taller de costura para mujeres, en el desierto de Marruecos gestionamos una escuela para niños seminómadas, y hemos colaborado con un proyecto en Kenia en el que tanto Elena como yo estuvimos de voluntarias años atrás.
Paralelamente a Imagine trabajo, junto a un compañero, en un proyecto en Guinea-Bisáu, centrado principalmente en la sanidad, agricultura, potabilización de agua y el empoderamiento de las mujeres.
¿Nos puedes contar algunos de los proyectos que habéis realizado? ¿Alguna experiencia que te haya marcado más profundamente? El proyecto más especial de Imagine es el que llevamos a cabo en el desierto de Marruecos en un poblado seminómada. Nos tratan como si fueran nuestra familia, estamos como en casa, pero sin electricidad, sin agua, sin comodidades y sin comunicación con el exterior.
modo personal el proyecto de Guinea-Bisáu me ha cambiado la vida. Guinea-Bisáu es un país muy duro, con condiciones muy extremas y es un reto muy grande. Me siento muy feliz de que me hayan dado la oportunidad de desarrollarlo, es muy difícil transmitir con palabras lo que allí se vive ¡hay que vivirlo para entenderlo!
Son muchas las experiencias que te marcan profundamente, por ejemplo en el último viaje a Guinea, en Navidad viajé acompañada de un médico y tuvimos un caso muy grave de un niño que presentaba una sintomatología de un posible tumor cerebral. Lo trasladamos a la capital para hacerle una revisión médica más exhaustiva. Por desgracia no cuentan centros médicos equipados y no disponen de escáneres. Por eso pudimos hacer poco por él. Tratan a todos los pacientes con sintomatología de tumor cerebral con tratamiento para la epilepsia dado que no tienen medios para analizar si se trata de otra patología.
Casos como este te hacen sentir mucha impotencia y tristeza. Son vivencias como estas las que te cambian la vida al darte un encontronazo con la cruda realidad que se vive en muchas partes del mundo. Aunque también quiero decir que la mayoría de las experiencias son muy gratificantes, positivas y enriquecedoras.
En Semana Santa teníamos programado un viaje para trabajar en el proyecto del Sáhara pero se ha tenido que aplazar indefinidamente debido al COVID-19. Estamos muy pendientes de los datos que vienen de África con respecto a la pandemia mundial, ya que en países como Guinea Bissau con un sistema sanitario más que deficiente, las consecuencias pueden ser catastróficas.
¿Qué crees que es lo que hace más falta en los países en vías de desarrollo? Hacen falta muchas cosas, muchas. Sobre todo en Guinea-Bisáu. Marruecos en un país más desarrollado, aunque en el desierto donde trabajamos igualmente tienen muchísimas carencias. Hasta que se vive una experiencia así, se suele pensar que lo que vivimos aquí en España es lo normal en la mayor parte del mundo, y no es así. Hay necesidades muy básicas que en una parte muy grande del mundo están sin cubrir, como por ejemplo el acceso al agua potable.
¿Realmente sirve para algo hacer una pequeña aportación? De todo el dinero que llega a Imagine por subvenciones o donaciones particulares, llega a destino el 100%. Ahora tenemos en marcha una campaña de becas escolares en el Sahara. Con 10-15€ un niño está escolarizado durante un mes. Por lo que claramente valen mucho la pena estas “pequeñas-grandes” aportaciones.
¿Os sentís respaldadas por la sociedad y las Instituciones? La verdad que nos sentimos muy respaldadas. Varios Ayuntamientos nos han concedido subvenciones aunque el Ayuntamiento de Barbastro nunca nos ha apoyado. Esperamos que ahora la nueva Corporación por lo menos convoque las subvenciones de cooperación. Otras entidades que nos ayudan son la DPH, Ibercaja Obra Social y muchos particulares.
¿Qué es lo que más necesitáis? Si quieres aprovechar para hacer alguna petición o decirnos cómo podemos cooperar con vuestra Asociación, encantados de poder ayudaros. Me gustaría dejar el número de cuenta de la Asociación (ES05 2085 5344 9103 3036 1630), porque como he comentado cualquier aportación, por muy pequeña que sea, sirve y mucho. Y nuestras RRSS (@imaginebarbastro) para que nos sigáis y ¡Podáis ver todo lo que hacemos!