La supresión del servicio de transporte regular desde Peralta de Alcofea a Barbastro e integrarlo dentro del transporte escolar ha creado una gran malestar entre los vecinos de esta población del sur del Somontano que se sienten marginados y desamparados.
La decisión se tomó con motivo del inicio del curso escolar en septiembre y a partir de entonces se suprimió la línea de transporte regular que partía a las 9 de Peralta de Alcofea y regresaba a las 14.00. La única alternativa que se ha dejado a estos vecinos es utilizar el transporte escolar que sale a las 7.30 y tiene salida de Barbastro sobre las tres de la tarde. En peor situación se encuentran los habitantes de El Tormillo que no cuentan con transporte escolar y se han quedado sin la línea regular.
Según explica la alcaldesa Obdulia Gracia la medida fue adoptada por los departamentos de Obras Públicas y Transporte y Educación del Gobierno de Aragón por motivos de rentabilidad.
El Ayuntamiento ya ha expresado por carta su malestar a la Consejería de Transporte del Gobierno de Aragón pero no ha obtenido respuesta. La única respuesta llegó de Educación quien afirma que las Cortes de Aragón aprobaron por ley en 2008 que las líneas de transporte escolar podrían ser utilizadas también por los pasajeros y justificaba la supresión por ser una línea deficitaria.
La alcaldesa entiende que la línea de transporte regular puede ser deficitaria pero al menos propone que se habiliten dos o tres días a la semana para permitir la movilidad de las personas de estos pueblos a la capital del Somontano. También se ha puesto en contacto con la empresa barbastrense Solano que explota esta línea y según cuenta Gracia «también se ha visto perjudicada al suprimirle la línea regular».
La alcaldesa quiere hacer un llamamiento a las instituciones ante «el mal servicio que estamos teniendo en el medio rural y tal y como se están poniendo las cosas cada vez la gente se irá a vivir a Barbastro, Huesca u otras ciudades».
El enfado es latente entre las gentes de Peralta ya que los vecinos no pueden coger el autobús que traslada a los escolares de esta población a los institutos de Barbastro y tienen que esperar a que llegue un nuevo autobús que realiza un recorrido más largo atravesando las localidades de Torres de Alcanadre Laluenga, Laperdiguera y Barbuñales y cuyo coste es de un euro más caro. «Por qué no podemos subir los de Peralta en el autobús escolar que va dirección a Fornillos, Lagunarrota y Berbegal. Es incomprensible que un viaje de media hora lo tengamos que hacer en una hora y luego a la vuelta lo mismo», afirma Agustina Mendoza, una de las usuarias.
Esta vecina también se queja de que el autobús no pare en el Hospital de Barbastro como sí lo hace el transporte de otras localidades del Somontano y la anterior línea suprimida, mientras que en su lugar deja a los pasajeros en la Estación de Autobuses. «Desde allí yo me tengo que coger un taxi porque mi marido no puede andar. En cambio el autobús de las 9 que quitaron nos dejaba en la puerta del Hospital», apunta.
Al margen de las visitas al Hospital los vecinos de Peralta utilizan el transporte a Barbastro para realizar todo tipo de gestiones y compras. Pero muchos establecimientos hasta pasadas las 9 o incluso las 10.00 permanecen cerrados por lo que los vecinos deben de matar el tiempo «en cafeterías o haciendo el mono», lamentan.
La única alternativa para las personas que no disponen de vehículo ni carné de conducir y cuyos familiares no las pueden transportar es solicitar un taxi de Barbastro. Pero como señala Pilar Escartín «te gastas 25 euros en cada viaje». «Estamos en crisis y no podemos coger cada vez un taxi. A los de los pueblos nos tendrían que pagar por vivir aquí y en su lugar nos quitan todos los servicios. Por favor que nos arreglen este servicio de transporte que es el que necesitamos muchos vecinos», clama Maria Carmen Ferraz.
«Nos encontramos como en el Tercer Mundo. Igual que subvencionan los ascensores en viviendas con personas mayores también podrían subvencionar este transporte», indica María Dolores Cavero.
La supresión de la línea regular que partía de Peralta de Alcofea a las 9.00 se produjo al inicio del curso escolar y sin previo aviso. La medida sorprendió a unos diez vecinos de la localidad que estuvieron esperando la llegada del autobús sin tener ninguna notificación.
Molestias para los escolares
Los escolares también se ven afectados por esta medida ya que esta línea escolar recorre otras poblaciones como Fornillos y Berbegal y eso hace que lleguen con tiempo justo a sus clases y «con un trato que no es el adecuado ya que el chofer no atiende a los niños mientras cobra a los pasajeros», señala la alcaldesa. En su regreso además a las 14.30 el autobús atraviesa Barbastro para acudir a la Estación de Autobuses y recoger a los vecinos de Peralta retrasando su llegada a los hogares. «Podría ser al revés porque la gente mayor ya está a las dos en la Estación de Autobuses porque a esas horas está todo cerrado y al menos se ahorraría tiempo», dice Mercedes Puyuelo, madre de un alumno.