La tarde que se proclamó la efímera republica catalana estaba cogiendo olivas en Costean, subido con una canasta en lo alto del árbol; abajo el coche, con las puertas abiertas para oír la noticia por la radio, los aplazamientos de la proclamación…, las dudas… y la improvisación.
Por la noche, acomodado en el sofá de casa, vi la retransmisión televisiva de la firma de la proclama, con el abuelo Llach, felicísimo, oficiando de maestro de ceremonias. Los firmantes salían uno a uno de su escaño a la llamada de Llach, para acudir a la mesa donde firmaban la proclama.
Me extrañó la inelegancia de muchas de las diputadas firmantes, que vestían ordinarias, sin clase, de manera muy inapropiada con un acto de presunta trascendencia histórica. Y me sorprendió la obesidad de la mayoría de aquellas diputadas, que se levantaban pesadamente del escaño, para mover generosos culos, ciclópeos, camino de la firma.
Se lo dije a mi mujer: – ¡Con esos culos tan grandes no sé qué república puede resultar…!
Aquella penosa estética, sarcástica, me recordó a Sisa, el entrañable cantautor barcelonés autor de la simpática y cariñosa canción «Qualsevol nit pot sortir el sol».
A principios de los 80 Sisa se lamentó en El País de que «mis fans son todas pequeñinas, feas y gordetas…». Eso mismo pensaba yo, cuarenta años después, de aquellas diputadas independentistas… ¿Serán las hijas de las fans del pobre Sisa?
Ahora los urdidores de la república catalana han ideado un ayuno reivindicativo porque «El ayuno nos hace más conscientes como personas y nos fortalece como pueblo; depura nuestros cuerpos y nos vincula como miembros de una red silenciosa que teje vínculos solidarios en cada población y que propicia el debate para la construcción de la república».
No es broma: esta es la noticia
En eso estoy de acuerdo con los independentistas: es menester un ayuno generalizado en Cataluña, que depure cuerpos… y mentes. Y que hagan ayuno todos, incluídas esas diputadas de culos rebosantes de independentismo, enormes y pesados, que cuando se levantan del escaño parecen mover el Mundo.
Un liberal enemigo del igualitarisno social y mental dijo que «todos tenemos un culo pero no todos lo mueven con la misma gracia».
A Cataluña le hace falta la gracia que siempre ha tenido, y que Sisa presida su gobierno.