El pasado día 25 de noviembre estuvimos en Zaragoza, en un viaje cultural organizado por la escuela de adultos del Somontano. Nos acompañaban los profesores Consuelo, María José, Reyes y Juan.
Salimos de Barbastro de la estación de bus con dirección a Zaragzoa, hicimos parada en Peraltilla para recoger a un grupo de alumnos de esa localidad y continuamos viaje con buen día y buen humor a la emérita augusta Zaragoza.
Una vez en esa ciudad tomamos un pequeño tentempié, pues a las 11 h. teníamos programada una visita a la Aljafería. Dentro de sus instalaciones está el parlamento autonómico de Aragón. Iniciamos la visita a la hora prevista con una guía muy amable y simpática. Si nos lee, desde estas páginas, vaya el agradecimiento de todos por sus buenas explicaciones y pequeños detalles de veterana en su trabajo. Tuvimos la gran satisfacción de ver, pisar y tocar un edificio que, todo él, refleja la historia de esta región de España que fue el reino de Aragón. Dentro de sus muros se pueden ver las distintas influencias de judíos, musulmanes y cristianos, depende de quién fuera el dominante en esos momentos, pero sí hay que decir que tan cerca de nosotros hay una maravilla digna de ver.
Hay una pequeña acécdota, que relato a conticuación. Junto con el grupo, todos mayores, había dos muchachos y al entrar en una sala la policía nacional que estaba al control de esa entrada les apartó y les dijo: » ¿Dónde van ustedes?». Y nuestro profesor Juan, que estaba al quite, les dijo: «Perdonen, forman parte del grupo». Y un agente dijo a sota vocce: «Claro como todos son mayores…» Muy bien, Sr. agente, por estar en su puesto y aplicar la lógica a su servicio.
Dentro del recinto se encuentra el parlamento autonómico el cual también visitamos y nos pudimos sentar en los escaños de nuestros representantes y allí entablamos un pequeño debate, sobre la ley de lenguas (lástima que no estuviera Canal 25).
Recomiendo a todos que, por favor, si pasan por Zaragoza no se pierdan esta maravilla.
Seguidamente fuimos al museo de tapices de la Seo, que muchos ya conocíamos.
Despues de visitar los tapices nos dirigimos a llenar nuestros sufridos estomágos, pues como me decían de pequeño: «Si las tripas hicieran música, ¡menudo concierto!
Con nuestra tripa llena pasamos a visitar el ACUARIO, donde pudimos ver las distintas variedades de peces y animales exóticos que pueblan nuestro mundo.
Y a las 18:30 h. retomamos el camino de vuelta a casa y durante ese trayecto comentamos todo lo que nuestros ojos y oídos habían documentado que fue mucho.
No quiero terminar estas líneas sin agradecer a nuestros profesores su buen hacer y paciencia. GRACIAS, MIL VECES, GRACIAS.