El pasado 2 de febrero, como ya se viene haciendo desde hace más de cinco siglos, Barbastro celebró la Feria de la Candelera. Miles de personas, entre vecinos y visitantes, se encontraron en las calles engalanadas para disfrutar de una feria que en su 510º edición recuperó tradiciones: los puestos de venta en la calle, limitados en número y sectorizados en diferentes espacios para garantizar las medidas de seguridad.
El Ayuntamiento de Barbastro, a través del Área de Desarrollo, elaboró un programa en el que no faltaron actos como la bendición y reparto de candelas y caretas o las recreaciones históricas, con el fin de reivindicar el hecho histórico que dio origen a un certamen que abre el calendario ferial de la ciudad y de Aragón.
Más de 130 puntos de venta de diferentes sectores, llegados desde distintos puntos de la geografía nacional, ofrecieron una gran variedad de productos. En el entorno de la Plaza Aragón, se situaron los puestos de maquinaria agrícola y viveros. Por su parte, el Paseo del Coso acogió los puestos del sector agroalimentario. En la plaza del Mercado se situaron los puestos de artesanía y en la calle Calvario se ubicaron los puestos de textil y bazar, incluidos los puestos fijos del mercadillo mensual. A todos ellos se sumaron también más de medio centenar de comercios locales, que ocuparon las calles del centro de la ciudad, con ofertas especiales por la Candelera.
En cuanto a la tradicional bendición de candelas, la ubicación fue en el altar mayor de la Catedral de Barbastro, donde posteriormente, el Ayuntamiento de Barbastro, con la colaboración del Grupo Tradiciones, repartió más de 7.000 candelas y 6.000 caretas, este año personalizadas con Germana de Foix, Fernando El Católico y un juglar, entre quienes se han acercado al stand situado en la plaza del Mercado.
Barbastro reivindicó el hecho histórico que dio origen a la Feria de la Candelera: la concesión del privilegio real otorgado a la ciudad en 1512 por la reina Germana de Foix, segunda esposa de Fernando El Católico, para poder organizar este certamen que se sigue celebrando cada 2 de febrero más de cinco siglos después. En la plaza de la Candelera se recreó la llegada de Germana de Foix y la lectura del privilegio real.
Además, en la plaza Aragón se instaló un campamento de recreación histórica del siglo XVI y durante todo el día se desarrollaron talleres y recreaciones históricas. El alcalde de Barbastro, Fernando Torres, se mostró muy satisfecho por haber podido recuperar la Candelera: “Volver a retomarla con el formato que siempre la habíamos vivido es para estar más que satisfechos. Agradecer el esfuerzo que han hecho tanto desde el Área de Desarrollo como todos los expositores que son fieles a la cita y que desde todos los puntos de España tienen marcado este día para venir a Barbastro a disfrutar de una jornada extraordinaria”.
Por su parte, la concejal de Desarrollo, Belinda Pallás, destacó la buena respuesta de los expositores: “Estamos muy satisfechos. La verdad es que no hemos podido celebrar la Feria de la Candelera como nos hubiera gustado, con todos los puestos, y hemos tenido que dejar gente en lista de espera, pero el año que viene, si las circunstancias sanitarias mejoran, esperamos poder recuperar la Feria de la Candelera tal como la conocemos”.
La hostelería de Barbastro se sumó como ya hizo el año pasado, a la celebración de la Feria de la Candelera. Destacó el «Plato de cuchara en Candelera», una propuesta basada en un plato de cuchara que puede consumirse en el establecimiento o llevarse a casa. A esta iniciativa se sumaron: La Bodeguita, La Esquineta, El Plaza, El Nueve, El Trasiego, Iberjabugo y La Oficina. Además, algunos restaurantes de la ciudad, como el Hotel San Ramón, La Oveja Negra y Gran Hotel Ciudad de Barbastro, incorporaron este año como novedad, su «Menú especial Candelera».
Todo ello en una jornada que será recordada con cariño y emoción por todos los asistentes.