La lotería es ilusión y la ilusión una ensoñación. Así que tal vez influenciado por esa sensación no pude evitar, ¡ni quise!, que tras adquirir la lotería de Navidad de la Sociedad Mercantil y Artesana me pusiera a monitorizar el viejo videocasete de la mente para que me representara la imagen a contraluz de los muchos recuerdos que conservo grabados en el pensamiento de este circulo recreativo y de lo que ha supuesto para Barbastro esta entidad, a lo largo de su existencia.
Recordé, por ejemplo, que años atrás la SMA suplía carencias ciudadanas no solo en beneficio de sus socios sino también de los forasteros que nos visitaban, y memoricé que durante décadas la Sociedad fue una de las referencias más sonoras de las fiestas de Barbastro gracias a las estupendas actuaciones que ofreció en «La Floresta», donde aún resuenan los ecos de todo un universo de pasodobles, corridos mexicanos, tangos criollos y valses imperiales…
¡»La Floresta»! Tan romántica, tan sentimentalista, tan polivalente ella. Encrucijada de citas, de formalización de relaciones, de rupturas de noviazgos… ¡La de recuerdos que nos trae a la cabeza! De cursillos de patinaje y partidos de baloncesto, de cine al aire libre y de galas de arte, de los primeros lanzamientos en la bolera…
Así que, sin ningún esfuerzo, rememoré en un santiamén todas las actividades de la SMA que gozaban de gran aceptación y entre ellas, no hay que echarlas al olvido, las programadas por la sección de la Peña Sport, que acercó a tantos bañistas al río Cinca, y llevó a muchos socios de excursión, con ocasión de la celebración de distintos eventos nacionales e internacionales, a las grandes ciudades del país.
También me vino al caletre como la SMA, con el paso del tiempo, acusó los cambios generacionales y de mentalidad de la masa social y tuvo necesidad de innovarse, de buscar horizontes nuevos que la mantuvieran viva y pujante. Lo que logró, naturalmente, con la puesta en marcha del complejo del Ariño, que significó cubrir otro vacío existente en el municipio: las tan anunciadas y deseadas piscinas que nunca llegaban, y debido a estas instalaciones la Sociedad se convirtió otra vez en referencia ciudadana, en esta ocasión para nadadores y bañistas, pues las municipales, recuérdese, no pasaban de ser el cuento de nunca acabar y ya hemos visto luego lo mucho que aún tardaron en llegar.
El Ariño, pues, se me proyectó de repente tal y como es: el gran activo de la SMA. Un recinto moderno, cuidado, limpio, cómodo, tranquilo y acogedor para bañarse, practicar el tenis, jugar al frontón o afinar la puntería en el campo de minigolf, que no ha supuesto menoscabo alguno para que se sigan manteniendo las actividades tradicionales, convenientemente complementadas con otras más actuales, en torno al edificio social de la avenida del Ejércio Español.
Toda una visión retrospectiva que acaso ponga de manifiesto que la Sociedad va a tener que afrontar pronto una nueva orientación acorde a la realidad de los tiempos que nos toca vivir, de constante renovación. Así que, llegado el momento, sería de abogar porque ésta supusiese, de acuerdo con la trayectoria de la SMA, el volver a marcar una nueva referencia ciudadana haciendo tangible realidad alguna de las carencias que echa en falta Barbastro, para que mientras la lentitud de la maquinaria que mueve a la Administración pública tarde en proporcionarsela a la ciudad, la podamos disfrutar sus asociados. A ese fin, sería deseable que todos los socios -los miembros de junta y del cuerpo consultivo con mayor implicación, como corresponde-, agudizaramos el ingenio para aportar ideas a tal efecto, ya que del acierto que se tenga en la elección podría depender, en bena medida, que todas las familias de Barbastro volvieran a estar representadas en la SMA.
La Sociedad está ante un gran reto de futuro. Está llamada a continuar desempeñando una importante función social, con unos objetivos a consolidar. Un círculo recreativo de la solera y de la experiencia de la Sociedad Mercantil y Artesana hace a sus socios la vida más placentera. Por eso, y es razón suficiente, ha de continuar hacia adelante y recuperar paulatinamente el protagonismo que tuvo años atrás.