Laluenga es pionera en Huesca en la comercialización del pistaco de la mano de la sociedad ‘Pistachos del Norte SL’, del ingeniero técnico agrícola Ignacio Duarto. Joven emprendedor de 32 años que ha puesto en marcha en su localidad de origen una planta de procesado, la más septentrional de la península y la segunda de Aragón. “Quería buscar alternativas a los cultivos tradicionales, evitar las tardías en los cultivos leñosos que nos lastraban mucho y un cultivo resistente a la sequía que necesita menos insumos, agua y abono”, explica Ignacio.
Pistachos del Norte SL
Su proyecto comenzó hace seis años de forma experimental con una hectárea y media de plantación. Actualmente tiene doce. Esta ha sido su primera campaña (la del año pasado fue testimonial), que comenzó el 15 de septiembre y finalizó a mediados de octubre. De ella ha obtenido 20 toneladas, algunos de sus campos y otras localidades de Huesca y Lérida. La inversión de su planta de procesado, secadero y almacenaje ha ascendido a 250.000 euros y ha contado con un 30% de subvención leader del CEDER Somontano.
El destino esta producción será nacional y exportar a Europa. Su objetivo como productor es contribuir a que el mercado nacional consuma pistachos de España y no recurrir a las importaciones de Irán y EE.UU. “El consumidor debe fijarse en el origen de alimentos porque pese a la gran producción que tenemos en España de otros productos se consume mucho de fuera y es mucho más sostenible consumir alimento nacional”, apunta. La comercialización en su mayoría es en bolsas de snacks, pero también tiene usos industriales en repostería y heladería, así como cosmética.
El cultivo del pistacho se está poniendo de moda al ser un fruto seco resistente al calor y a la sequía. Además, su proteína vegetal la hace es más sostenible que la proteína animal. El arbusto se planta en invierno y cuesta cinco años, en secano, para dar fruto.