Las aves… símbolos vivos del sueño ancestral de los humanos: volar. Poder suspenderse con ayuda del viento… Metáfora de libertad. Ese derecho que, las sociedades, a lo largo de la historia, han reclamado pues, nuestra especie, es una especie animal que subyuga a sus semejantes para acumular riquezas materiales, para mantener un poder dañino, …. Es decir, para obtener algo que, de no agradecerse de corazón, es lo más alejado que existe de la libertad. Eso, Esencial, que nuestra alma anhela.
Observar las aves nos pone en conexión con ese sueño primigenio: el Ser Libre.
Desde mi infancia he tenido el privilegio de estar en contacto con la Naturaleza y apreciarla. Recuerdo cómo, en el huerto de mis padres, las golondrinas saciaban su sed sobrevolando el agua de la piscina, grupos de alborotados gorriones cobijados en los setos que servían de divisoria entre las parcelas de cultivo de unos y otros vecinos, el ruiseñor cantándonos nanas en las noches veraniegas, grupos de jilgueros trinando en el entorno de ese límpido arroyo, en el que vivían cangrejos autóctonos e, infinidad de renacuajos que observábamos maravilladas, mi hermana y yo, cambiando de forma, hasta convertirse en ranas y sapos, entre finales de los 70 y mediados de los 80.
Transitando de la adolescencia, a esa primera juventud, orienté mis pasos hacia los espacios naturales: cañón de río Lobos, Hoces del Duratón, pueblos negros de Guadalajara, Sierra de Guadarrama, La Pedriza, Rascafría, El Paular, Vega del Lozoya, …
Seguí mi ruta formativa como guía de naturaleza en proyectos que unían formación y trabajo. De El Pardo -limpieza y restauración de las riberas del río Manzanares- quedan en mi retina las Águilas Imperiales cazando los abundantes conejos que entonces existían, muchos antes de hacerse frecuentes, enfermedades tan crueles como la misomatosis.
También quedan otras desagradables escenas que, siguen siendo una realidad, incluso más agudizada si cabe hoy en día: la muerte por electrocución de infinidad de especies de aves, muchas, en peligro de extinción. Difícil olvidar la imagen inerte de una hermosa lechuza campestre golpeada posiblemente por la parte alta de un camión. Otra causa humana que favorece la muerte de miles de pollos de pajarillos en las carreteras de todo el país.
Una vez iniciada la vida laboral, con una de las experiencias más enriquecedoras que una veinteañera puede soñar -descenso del río Tajo en zodiac, guiando adolescentes enamorados del Medio Natural-, durante las vacaciones que, en aquel entonces sucedían al cobrar el paro, entre contrato temporal y contrato temporal, surqué la Península un poco más lejos:
Marismas de Odiel, Tablas de Daimiel, Picos de Europa, Pirineo de Huesca, …, aquí eché el ancla y, … aquí sigo, animada por la Presencia del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido en el que, este año 2021, han salido adelante cuatro nuevos pollos de Quebrantahuesos, llenando el cielo con su enigmática silueta.
Siguiendo con recuerdos amargos, nada más aberrante que la utilización de venenos, hábito al que recurre, todavía hoy, un porcentaje de población, con el objetivo de aniquilar a especies carnívoras que llevan siendo Seres habitantes estables de estos paisajes, mucho antes, o a la par, que las comunidades humanas con las que cohabitan.
Esta práctica ha desterrado definitivamente de muchos territorios rurales joyas aladas de la biodiversidad como el citado Quebrantahuesos. Única ave osteófaga de este hogar común: el Planeta Tierra.
Gracias a la implantación de proyectos de conservación de hábitats y de especies en peligro de extinción que conllevan, tanto un esfuerzo humano, como una inversión de dinero público y de donaciones de comprometidos Seres Humanos con Conciencia Ambiental, se han podido mantener niveles aceptables de población de las grandes rapaces que aprovechan las carroñas y, por ello, mantienen limpio el Medio Ambiente, previniendo la posible expansión de enfermedades.
Dichoso avistamiento el del otro día en la ladera Sur del Cervín, de 5 parejas de milanos reales, una de las especies, junto con el alimoche, más castigadas por el uso del veneno.
La avaricia capaz de desplegar gran parte de la especie humana, es causa directa responsable de que, las sociedades denominadas desarrolladas, que han impuesto un exacerbado crecimiento económico basado en la explotación de recursos naturales, sin medir los efectos negativos en la Biodiversidad, ha posibilitado y, sigue posibilitando, la destrucción de sensibles ecosistemas de los que dependen el total de especies de aves en este planeta.
Tras años de observar el comportamiento de las personas y practicar una auto indagación, en mi opinión, este expolio de la biodiversidad puede frenarse con un cambio profundo de actitud de todos y cada uno de los individuos humanos que, aunque no lo reconocemos, seguimos dependiendo de este planeta para sobrevivir y para vivir con cierta dignidad.
Digo con cierta porque, para mí, no es digno tener que prescindir de disfrutar de la observación de todas y cada una de las aves que llevo conociendo desde mi niñez porque, otras personas consideren lucrarse con el transporte de energía eléctrica a través de zonas ambientales sensibles, porque otras cuantas, en vez de apuntarse a observar con prismáticos la belleza de las aves, se hallan decidido a robar huevos de nidos o, a exterminar carnívoros depredadores con veneno y, dichos actos, reiterados a lo largo de décadas, hallan conllevado la extinción de determinadas especies, todas imprescindibles en la cadena trófica.
No es digno, ni se lo merecen esas especies de aves, ni mucho menos es aceptable que, el poco sentido común de algunos, la ignorancia de otros tantos, la falta de amor propio, la incapacidad de empatía , … simultáneamente, conlleven que, parte de la especie humana, esté condenando con sus prácticas a otra, creo, mayor parte, a no poder disfrutar de un mundo biodiverso, libre y en paz.
Un desarrollo erróneo en la raíz, ha desvirtuado la calidad de vida de casi todas las comunidades humanas a estas alturas de siglo XXI. Una cantidad inverosímil de personas considera calidad de vida tener más de un coche, pagarse unas vacaciones en algún remoto lugar del mundo, …
Esas personas no perciben que, ese acumular y ese frenesí, en ciertas ocasiones, solo por aparentar, nos está abocando a tener que prescindir de los infinitos ejemplos de belleza gratuita que la Naturaleza nos ofrece a cada instante. La errónea calidad de Vida de unos -generalmente de los que más poseen-, está condicionado la del resto, esa gran mayoría, algo menos acaparadora que, percibiendo la clave de Ser Responsable -tomar Conciencia de que, cada acto, tiene un efecto en el TODO-, hará posible, junto con el ilimitado poder de regeneración de la Naturaleza, la conexión directa primigenia con el SER QUE SOMOS:
Fuente que no necesita nada material. Esta conexión, experimentada cada vez por más Seres Humanos, garantiza la salud del Planeta y, en consecuencia, la Vida Digna de todos nosotros.
Quién se imagina un cielo sin el rítmico y trepidante vuelo de los vencejos, sin los coloristas abejarucos, sin la vibración de alas de un cernícalo suspendido en el aire a punto de lanzarse sobre su presa, sin los abundantes grupos de buitres leonados y negros ascendiendo sin esfuerzo en las térmicas, … todos tenemos derecho a seguir disfrutando de estas escenas en la vida real, no solo en los documentales.
Este año, desarrollando mi labor como monitora & informadora en el PNOMP, me quedaba sorprendida de que, adultos de mi edad, ni siquiera habían oído hablar de especies tan comunes en el entorno de los pueblos como el colirrojo tizón, los aviones, el petirrojo, o el mismísimo mirlo … Me preguntaba qué crecimiento personal & espiritual habían seguido esas personas, cuán diferente al mío que, siempre estuve ansiosa por ver los documentales de fauna, de flora, de geología, etc…, en TV2. Siempre expectante cada vez que sonaba la sintonía de inicio de “El Hombre y la Tierra”, …
Darse cuenta del nivel de desconexión alcanzado por esta civilización, en la cual se incluyen muchas personas que no han experimentado el silencio para poder escuchar el canto de un carbonero, de un herrerillo, de una oropéndola, …, el repiqueteo de alguno de los varios pájaros carpinteros (pito real, pico picapinos, picamaderos negro, …) horadando el tronco de un árbol para su nido, …, produce emociones que cuesta digerir.
Es gratificante comprobar que, el trabajo de tantos naturalistas, educadores ambientales, técnicos, personal de los Espacios Naturales Protegidos, científicos y profesionales de todas las ramas ambientales, está apoyando con entusiasta motivación la pervivencia de la biodiversidad en este planeta compartido.
Constatar que, las normativas aplicadas llegan a condenar a personas que han dañado sin escrúpulos a las aves -basta ver la cantidad ingente de vídeos en YouTube que animan a capturar con liga y, otros sistemas, aves por su canto, etc…,- y/o deteriorado sus hábitats, hace confiar, a quienes respetamos la Vida y sentimos como prioridad, que siga siendo un hecho el derecho a disfrutar de toda la biodiversidad que, aún, genera este hermoso planeta.
Sin embargo, es un hecho que menosprecia el trabajo ilusionante y esforzado de todos esos Seres Humanos amantes de la Naturaleza, la todavía demasiado abundante práctica de no responsabilidad por parte de las Administraciones, cuando dejan de ejercer su labor de vigilancia y control y no juzgan, ni penalizan, comportamientos y acciones que nos roban, a los que cohabitamos respetando, el acceso a la riqueza natural.
Hoy y mañana se celebra el DÍA DE LAS AVES. Es un momento único para dejarte guiar por esos Seres Humanos que transmiten con pasión su amor & conocimiento por ellas, participando en las rutas ornitológicas gratuitas que se celebran en diversos Espacios Naturales Protegidos de Aragón.
Desacelera el ritmo de tu actividad cotidiana más a menudo, cambia de actividad si lo que desarrollas no te llena.
Cada humano consciente y agradecido del regalo de la existencia, es garantía de un mundo en PAZ y en EQUILIBRIO en el que, todas y cada una de las especies, tienen derecho absoluto a coexistir con la humana.