La Denominación de Origen Somontano acogió en la jornada del miércoles una jornada sobre vino y cambio climático organizada por la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES) en la que se disertó sobre la viticultura y su vinculación con el cuidado al medio ambiente.
La jornada se enmarca dentro del proyecto de cooperación interregional europeo ENECO que se está llevando a cabo Barbastro para conseguir que su actividad industrial alcance la meta del desarrollo sostenible.
Tras anteriores acciones con otros colectivos y empresarios, esta vez la Fundación Ecología y Desarrollo ha querido poner el acento en uno de los sectores más productivos del Somontano como es la viticultura. Así se organizaron varias mesas de debate con reconocidos expertos en la viticultura nacional como Bodegas Torres, Bodegas Pirineos o las denominaciones de Somontano, Cariñena o Borja.
El objetivo de esta jornada era presentar la huella de carbono como una herramienta para planificar la comercialización en el sector y mostrar herramientas que ya están funcionando.
Tras la inauguración, la jornada la abrió Cecilia Foronda, de ECODES, que habló sobre competitividad y cambio climático; le siguió Ignacio Sánchez, jefe de la Unidad Economía y Derecho de la Organización Internacional del Vino (OIV), que disertó sobre vino y cambio climático; posteriormente Josep Amadó, director de Medio Ambiente y Calidad de Miguel Torres, S.A, explicó el programa de cambio climático de su bodega.
Al mediodía dio comienzo la siguiente mesa de debate en la que Mónica Vidal, de ECODES, explicó la herramienta medioambiental ENECO para conseguir un desarrollo sostenible. Ignacio Sánchez hizo lo propio sobre las herramientas utilizadas por la Organización Internacionl del Vino. Por último Foronda , ECODES, habló sobre el objetivo de «CeroCO2».
La jornada la clausuraron los representantes de la D.O. Somontano, el director general de Bodega Pirineos, Álvaro Astilleros, cuya empresa está desarrollando un proyecto de I + D y elabora vinos ecológicos; de la D.O. Campo de Borja, el enólogo de Bodegas Aragonesas Fernando Ballesteros; y de Cariñena, Ernesto Franco, jefe de la unidad de Enología del Centro de Transferencia Agroalientaria del Gobierno de Aragón.
El presidente de la D.O. Somontano, Mariano Beroz, se mostró encantado de acoger este tipo de jornadas técnicas y en especial sobre el tema de la huella del carbono «que es un tema interesante de acorde a nuestra imagen de denominación de origen vanguardista y preocupada por estos temas».
Para Beroz, viticultor y propietario de la bodega De Beroz, la viticultura «supone un aspecto importante en el Somontano y gracias a estas jornadas podemos conocer qué está pasando y qué podemos hacer desde las bodegas en este campo».
El proyecto analizado el miércoles ha pretendido detectar «el impacto medioambiental de las labores agrícolas, desde los tractores, la quema de gasoil, la vendimia o el trabajo en bodegas, con las depuradoras y el consumo que genera un impacto medioambiental, que debemos de optimizar utilizando mecanismos ecológicos. Tenemos que intentar que la energía que se consume dentro de las bodegas sea más limpia y tenga un menor coste medioambiental».
Para el presidente de la D.O. Somontano la viticultura es una actividad netamente «ecológica». «Las viñas cubren un papel de asentamiento de la tierra, evitan la erosión y tienen un componente paisajísticos. Per se, nuestra actividad es medioambiental e ideal para este territorio, pero siempre se trata de ir un poquito más lejos y ver que por medio de muchos métodos podamos seguir optimizando con el menor impacto medioambiental posible», señala Beroz.
Uno de los hechos que demuestran el carácter con el medio ambiente de la D.O. Somontano es que además de la elaboración de vinos ecológico, por parte de varias bodegas, el consorcio de promoción turística Ruta del Vino Somontano firmaba recientemente con los agentes sociales y económicos de la comarca un acuerdo para conseguir que gracias al turismo enológico se consiga un desarrollo sostenible tanto social como medioambiental. «Se trata de hacerlo más sostenible si cabe, aunque más sostenible que la actividad agraria».