El recientemente constituido Club Montisonense de Montaña quiso celebrar estas Navidades y culminar su primer e intenso año de vida con una nueva salida, en este caso al Pico Buñero de la sierra de la Carrodilla de Estadilla, para colocar el Belén montañero y celebrar una comida de fin de año. Esta actividad sin duda se va a convertir en una salida tradicional navideña en próximos años.
Bajo el pretexto de celebrar una convivencia para despedir un año tan fructífero y como antesala a la Navidad, el club decidió montar el pasado domingo 13 un belén montañero en el pico de Buñero, 1.108m. La cita reunió a 75 montañeros con el mismo fin, pasar un día entrañable.
Sobre las 9 de la mañana de un día con frío y con niebla la expedición salió de de Monzón en dirección al santuario de la ermita de la Carrodilla. Allí después de una pausa para reagruparse se emprendió la marcha hacia el pico de Buñero por la senda del GR 45/18 con paso lento ya que el más pequeño del grupo tenía cuatro años. También en esta ocasión formó parte de la expedición los invidentes Yan y Javi gracias a las barras guías.
El bosque recibió a los montañeros con una helada muy normal en esta época del año. Poco antes de llegar a la cima, el sol esperó a los montañeros que agradecieron las vistas siempre tan espectaculares que se divisan desde esta humilde cima. Algunos de los montañeros aprovecharon esos momentos para hacer algunas fotos y por supuesto la de grupo, aunque no con todos los componentes puesto que varios voluntarios se quedaron en la ermita preparando la mesa y la comida.
El descenso fue tranquilo y disfrutando del entorno, del vuelo de los buitres, que seguramente estarían sorprendidos al ver tanta gente. A pesar del grupo tan numeroso de montañeros la marcha transcurrió de forma silenciosa para respetar la naturaleza e intentar hacer el menor impacto posible.
Antes de llegar de nuevo a la ermita la niebla se apoderó nuevamente del paisaje y el frío se dejaba sentir. Así que hubo que hacer acopio de mantas para estar lo más confortable posible durante la comida. Un buen aperitivo, a base de ensaladas, carne a la brasa, variedad de postres y cafés, en el merendero de la ermita de la Carrodilla dio la bienvenida a los montañeros.
Con esta actividad y con la satisfacción de ver cómo el miércoles 30 se inauguraba un nuevo rocódromo en el polideportivo Los Olímpicos de Monzón, el club de montaña despedía el año con la confianza de llevar a cabo nuevas propuestas montañeras para este 2010.