Como todos los años Sus Majestades de oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar, acompañados por el príncipe Alí y todo su sequito visitaron los pueblos de la Sierra de Guara cargados de regalos y mensajes de ilusión y esperanza.
La primera parada fue en el pueblo de Bierge, allí esperaban ansiosos los niños y niñas la llegada de los Reyes, que acompañados por la luz de las antorchas recorrieron las calles hasta llegar al salón social donde se repartieron los regalos.
Una de las novedades de este año fue la participación en la cabalgata de Elena Pardinilla, vecina de Radiquero y que antes del discurso de los Reyes, se dirigía a los mas pequeños para contarles las aventuras de Sus Majestades durante tantos años y la búsqueda de un cuarto rey que hay por la zona, llamado José María y que ayuda a todo el mundo.
Ya se iba adentrando la noche y así con el ambiente gélido del invierno, los reyes aparecieron por el pueblo de Buera, allí a la entrada del pueblo esperaban un nutrido grupo de niños y niñas que al ritmo que marcaba la música de la charanga los acompañaron hasta el salón social. Allí tras la presentación de sus majestades a cargo del príncipe Alí, el alcalde les dio la bienvenida agradeciendo su presencia un año más. Tras el discurso de los reyes llego el momento esperado de la entrega de los regalos.
Pasadas las ocho el pueblo de Colungo recibía a los Reyes, este año como novedad antes de llegar al salón para repartir los regalos se detuvieron en la remozada iglesia para adorar al niño al son del tamborilero que interpretaba la charanga, fue muy bonito y emotivo ver a sus majestades por primera vez en la iglesia de San Esteban. En el salón los esperaban niños y mayores para escuchar sus mensajes y recibir los regalos, como en los demás pueblos al acabar se les obsequiaban a los presentes con algún aperitivo.
Unos fuegos artificiales anunciaban que los reyes magos de oriente llegaban a la villa de Alquézar, en la iglesia de San Miguel entraron a adorar al niño Jesús y desde allí acompañados por los vecinos y el resto de la cabalgata fueron hacia el Ayuntamiento, allí en el salón de plenos fueron recibidos por el alcalde y se dirigieron a los niños para saber si se han portado bien durante el año, el rey Melchor era el encargado de transmitir los mensajes del rey Baltasar y tras los parlamentos se entregaron los regalos.
En el pueblo de Radiquero una multitud de vecinos los esperaban en la plaza, muy cerquita en el salón social los reyes se dirigieron a los vecinos muy sorprendidos por la nueva imagen que luce la plaza de la iglesia y les hicieron entrega de los regalos a unos niños y niñas ilusionados y incrédulos de ver tan cerca a los reyes.
Desde Radiquero ya partían a seguir repartiendo regalos durante toda la noche por todos los lugares del mundo. Antes de marcharse se les hizo entrega por parte de los representantes de los pueblos que participan en la cabalgata una cesta con productos tradicionales de cada localidad como la miel de Asque o el aceite de Bierge.
Muy contentos se marcharon a seguir repartiendo regalos y asegurando que volverán al año que viene. Sin duda que se trata de una noche mágica para estos pequeños pueblos orquestada por D. José María Cabrero y que entre todos debemos mantener.
Carrozas en Peralta de Alcofea y visita a los asilos en Barbastro
En Peralta de Alcofea los Reyes Magos llegaron en sus tres carrozas reales recorriendo las calles de esta localidad para dirigirse hasta la renovada iglesia parroquial. Allí recibieron uno a uno a todos los niños y les entregaron sus regalos.
Mientras que en Barbastro, en la mañana del día de Reyes Sus Majestades de Oriente recorrieron desde muy temprano las residencias de la ciudad del Vero, así como el centro asistencial de ATADES para llevarles bombones y regalos a las personas con discapacidad intelectual y a los ancianos. Les acompañaron los pajes reales, el concejal de Fiestas, Fran Blázquez, y personal del Ayuntamiento y de Protección Civil del Somontano que acompaña a los Reyes Magos en todo su periplo por Barbastro. La jornada terminó en el Hospital de Barbastro con la visita del séquito real a los enfermos.