Javier Cavero.
Un año más Colungo celebró la Jornada Cultural de la Matacía, un evento organizado por la Asociación Cultural O Portal d’a Cunarda, y la colaboración del Ayuntamiento de Colungo.
Desde primera hora de la mañana, los vecinos del pueblo se apresuraron en colocar las mesas en los diversos puestos que se montan por las calles, para realizar el mondongo y poder obtener las longanizas, chorizos, morcillas, butifarras y tortetas.
Además del mondongo, los vecinos del pueblo también realizaron la destilación de anís, la elaboración de almendras garrapiñadas, y el jabón casero.
En cada uno de los puestos se hacia un fuego, que venía muy bien para calentarse en una mañana muy fría.
Este año la novedad estaba en la feria de artesanía, se contó con la presencia de diez artesanos de diferentes especialidades como, una muestra de botas y albarcas de la localidad de Graus, desde Enate nos mostraron como se talla la piedra, la cestería Risco de Barbastro, Lara y Adrián con la bisutería de lana, el taller de afilado profesional L’afilador, un puesto de trapillos, kataticos, las cucharas de madera de Ramón Agraz, y para hacer boca unos buenos quesos de la litera, y quesos de guara.
Como en años anteriores si acudieron a la cita, las hilanderas de San Juan de Plan, y el grupo de bolilleras de Buera.
La música corrió a cargo de los Gaiters de Tierra Plana, que con sus gaitas animaron la mañana, recorriendo las calles del pueblo.
A media mañana para reponer fuerzas, se obsequio a todos los participantes con unos bocadillos, bebidas y las tradicionales sopas de pan.
Para esta edición se hicieron unas pañoletas con el lema «fiesta del mondongo» de color morado que tuvieron mucha aceptación.
Durante toda la jornada fueron muchas las personas que se desplazaron hasta Colungo, personas de todas las edades y de pueblos de la comarca y de toda la provincia.
Sobre las dos finalizo la jornada y tuvo lugar una comida en el salón municipal.
Desde la asociación se está muy satisfecho por como a transcurrido todo el día, y sobre todo que cada año aumenta el número de personas que acuden a esta jornada que sirve para recuperar la tradición de la matacía, hoy convertida en fiesta.