Desde Podemos Aragón hemos planteado en todos los ayuntamientos aragoneses una iniciativa para retirar del callejero municipal el nombre de Juan Carlos I. No por abrir un debate sobre el modelo de Estado, sino porque creemos que los espacios públicos deben rendir honores. Ya que consideramos que es una cuestión de higiene democrática, de pulcritud y de respeto hacia nuestros municipios que dichas calles, avenidas, jardines, etc. estén dedicados y rindan honores a personalidades democráticas con comportamientos ejemplares.
Y por ello, deben hacer referencia a personalidades que han tenido un comportamiento ético, ejemplar y que ensalcen los valores democráticos. Hecho que el rey emérito con su huida no representa. Ya que escapar del país al que representó durante casi 40 años sin dar explicaciones de las alarmantes noticias que rodean a su figura, hacia un destino desconocido, dista mucho del comportamiento íntegro que debería tener el jefe del Estado.
Así en este contexto y con el objetivo de dignificar los espacios públicos, algunos alcaldes han sentido esta moción como un ataque personal y sin el argumento de la razón, se han aferrado a sus emociones para rehusar estos cambios, bajo la premisa de: “somos un partido monárquico y no vamos a cambiar este nombre”.
Siempre he pensado que la política se basa en el debate y en el centro de este debe estar el razonamiento fruto de los argumentos que se esgrimen y no la razón que puede otorgar la fuerza, bien sea por representatividad o por visceralidad.
Por eso, aferrarse a gustos monárquicos personales, para zanjar una cuestión de dignidad y respeto por el propio municipio, hace que los debates se reduzcan a simples eslóganes o rodillos parlamentarios y esto es de lamentar porque se empobrece el debate o se diluye en términos no planteados.
De esta manera, muchas alcaldías monárquicas seguirán arrastrando el nombre de Juan Carlos I en sus callejeros, por la visceralidad de sus argumentos, para cierto sonrojo de muchos monárquicos que ven con estupor las actuaciones del rey emérito.