La historia de Montañeros de Aragón Barbastro, que cumplía este jueves sus 75 años de idilio con los montañas -aunque la celebración oficial fue en la comida social celebrada ayer-, está escrita con grandes gestas como la entronización de la virgen del Pilar en el Aneto en 1956, las expediciones a las cumbres más altas del mundo, Everest, Nanga Parbat, Shisha-Pangma, Cho Oyu y Manaslu, la más reciente al Broad Peak, la pasada semana con el intento de Cristóbal Cuello y Andrés Vilalta o las escaladas de gran dificultad en el hielo patagónico del malogrado Pepe Cháverri.
A esas hazañas románticas hay que unir la celebrada ayer con la consecución del Reto Aneto – Barbastro en menos de 28 horas y que forjaron los corredores de carreras de montaña del club de la comarca: Julián Migales, Mariano Lacambra, Rubén Rodríguez y Miguel Sanz de Barbastro; Fernando Latorre y Alejandro Castarlenas de Estadilla; Ernesto Ester de Huerta de Vero y Jaime López de Peraltilla. Tras coronar el Aneto en la mañana del viernes, a las 9.10 comenzaban el descenso para recorrer 120 kms hasta Barbastro. Al final cuatro corredores llegaron el sábado al mediodía a la línea de meta en La Tienda de Julián Mairal: Alejandro Castarlenas, Jaime López, Mariano Lacambra y Julián Migales.
«Se ha tenido que gestionar bien y más en un grupo de ocho personas en el que unos están más fuertes, a otros les ha sentado mal la comida, etc. Al final hemos llegado cuatro», señala Castarlenas. Para Migales «la noche ha sido bastante dura porque hacía mucho calor y el agua salía muy caliente. El último avituallamiento fue a las 22.00 y hasta las 8.00 de la mañana hemos estado kilómetros y kilómetros solos, señala Migales recordando los peores momentos de la aventura. El apoyo desde Benasque hasta Campo lo ha realizado Ibrahim Harraki. El último desayuno fue en Naval sobre las 7.45 para llegar de un tirón hasta Barbastro donde llegaron a las 12.00 entre vítores de familiares, los socios del club y autoridades presentes.
Por la cabeza de estos intrépidos ya ronda un nuevo proyecto que se suma a los similares realizados en el Monte Perdido y en el Posets. «De momento tengo ganas de descansar y parar pero alguna cosa hay», cuenta Alejandro. Julián lo corrobora: «Siempre tiene alguna sorpresa y a su equipo».
Una hora después la conmemoración incluyó un acto de descubrimiento de una placa en el número 75 de la Avenida Pirineos – curiosamente en el último edifico, perteneciente a Mieles Fortea-. Cabe recordar que el inicio de esta arteria que lleva a las cumbres más altas del Pirineo también tiene una placa de cerámica dedicada a Montañeros de Aragón Barbastro, obra de los mismos autores de esta última, José María Lacoma y Elena Luis.
Y después el colofón con la comida en el Hotel Ciudad de Barbastro, con la presencia de socios veteranos, representantes de la Federación Aragonesa de Montaña, de la Federación Española de Deportes de Escalada y Montaña, autoridades locales y comarcales y representantes de otros clubes de Aragón (Huesca, Zaragoza, Monzón, Graus, Boltaña, Aínsa y Jabalambre) y del Club Alpino Francés, que celebra su 120 aniversario, y donde se otorgaron los reconocimientos.
Durante la celebración, se homenajeó a las secretarias de la última junta directiva presidida por José Masgrau, el presidente más longevo del club con 32 años en el cargo: Belén Quirós, Olga Coarasa, Gemma Labuena y Monserrat Álvarez, así como a la empresa Gráficas Barbastro y al club matriz y decano del alpinismo en nuestra Comunidad, Montañeros de Aragón de Zaragoza, fundado veinte años antes y al citado club de Tarbes, por sus lazos de hermandad. Masgrau expresó su satisfacción por el apoyo recibido y el éxito del reto Aneto-Barbastro, calificando la semana como la más intensa en la celebración de su amor por las montañas.
Con 2.000 socios, MAB es el club deportivo más grande de Barbastro, lo que demuestra su vitalidad. Según la federación española, es un logro destacable que un club celebre 75 años, colocándolo entre los más importantes de España. El presidente de la federación aragonesa destacó la capacidad del club para adaptarse y superar desafíos a lo largo de su historia. El alcalde de Barbastro describió a MAB como un club emblemático que ha transmitido el amor por la montaña de generación en generación. La vicepresidenta de la Comarca elogió la pasión y dedicación del club hacia el territorio.