En torno a cuarenta de artesanos, llegados de Aragón y Cataluña, expondrán sus productos agroalimentarios, licores, cerámicas, textiles y útiles y aparejos del hogar en la tradicional Feria de Artesanía de Naval.
En torno a la Plaza Mayor y calles aledañas se dispondrán desde primeras horas de este domingo los puestos artesanos hasta primeras horas de la tarde. Para dar mayor realce a esta tradicional feria, recuperada hace unos años, durante toda la mañana habrá actuaciones de animación de calle y la actuación de los Dulzaineros del Somontano a las doce. El plato fuerte será el reparto de una caldereta para todos los asistentes, servida en los cuencos de cerámica hechos en Naval y que constituyen un sello de identidad de esta población somontanesa, fronteriza con el Sobrarbe.
Además se abrirán las puertas del centro de interpretación de la alfarería con entrada libre, para conocer un oficio estrechamente ligado a la localidad.
La Feria de Naval hunde sus raíces en la Edad Moderna, cuando en el siglo XVII a raíz de la Guerra de Secesión catalana (1640-1652), el rey de España utiliza los bosques de Naval y sus hombres para luchar contra el ejército francocatalán. Debido a esta guerra el Reino de España debía a la villa de Naval más de 20.000 coronas y la población decidió reclamar en compensación la realización de dos mercados y una feria para incentivar su actividad económica. La Corona concedió la actual feria siempre que no coincidiera con las ferias de Barbastro y Huesca.
Esta feria fue durante años punto de encuentro entre el llano y la montaña pero a mediados del siglo XX desapareció.
El Ayuntamiento decidió recuperar en el año 2000 esta feria por cuestiones de añoranza y a día de hoy se ha consolidado como un referente ferial entre las gentes de la redolada.