Todos los grupos parlamentarios hemos dicho NO, de manera rotunda, a VOX. Hemos dicho no a las amenazas, a la crispación, al ruido del circo mediático en el que quieren convertir las instituciones y la política. Mal utilizando peligrosamente un mecanismo constitucional como es una moción de censura, para sus propios intereses.
El planteamiento de la extrema derecha con su presentación, sin apoyos y sin propuestas, es sobre todo una IRRESPONSABILIDAD. Una gran temeridad si tenemos en cuenta la realidad en la que nos encontramos, de gran dificultad y complejidad. Tanto en el plano sanitario, con una pandemia mundial en plena la segunda ola y subiendo contagios en todo el país; como en el ámbito económico, con empresas al borde de la quiebra, reestructuraciones de personal, cierre de PYMES… y lo más importante, inquietud e incertidumbre en un tiempo nada fácil para nadie.
Necesitamos huir de los discursos del pasado en la tribuna del Congreso, negando la violencia de género, el feminismo, la sanidad universal, la diversidad, y añadiendo conspiraciones y noticias falsas para alimento de redes edulcoradas, sembrando el odio al diferente para amenazar la convivencia. Es momento de dejar esos discursos atrás y avanzar con hechos en el presente, como está haciendo el gobierno de Pedro Sánchez, impulsando un necesario futuro…
Un futuro de reconstrucción que, tras la pandemia, haya conseguido reactivar la economía, establecer una mayor coordinación para la mejora de la sanidad pública y la educación, y con mayor protección social. Tenemos retos importantes por delante, en los que debemos centrar todas nuestras energías, logrando encontrar las soluciones a las necesidades de todos, no solo de unos pocos, como ha planteado VOX desde la tribuna del Congreso estos días.
Diciendo NO a la moción de censura hemos dicho SI a la democracia, a la reconstrucción social y económica. Todos unidos frente a la irracionalidad de quienes todavía añoran un pasado que ya quedó atrás.