Me sorprende, lleva días sorprendiéndome la realidad, que se desate una bronca política. Ahora. Tarde, como siempre. La noticia nos comenta que estaba en el punto de mira de ese partido que yo, homenajeando a Harry Potter, llamo Voldemort, el que no deber ser nombrado. El de la derecha más cobarde. El copy&paste de Trump.
Ahora se desata la polémica, tras el ataque… Ay, queridos politicuchos de baja estofa. ¿No es mejor en vez de polemizar después, evitar antes? ¿Era necesaria una granada amenazante en un centro de niños para que POLEMICEIS? De alta cuna, pero de baja cama, politicuchos españoles. Así sois.
Me sorprende, lleva muchos días sorprendiéndome la realidad, que se culpe al Voldemort de la política, que no diré yo que su discurso no es denunciable, porque lo es. Pero Voldemort tiene a sus pies a Colagusano, ese humano que se transforma en rata que le ayuda en la transformación de Mago a Maligno, tiene a sus pies a millones de mortífagos, que le votan, le defienden, le dan el poder. Y tiene, no nos dejemos engañar, a muchos, miles, millones de muggles que callan cuando leen en redes que un mena (todo en minúscula) ha atacado a fulanito por la noches en Barbastro, un pueblo en el que no hay centro de menores. Muggles que aplauden la mentira, que la elevan, la lanzan de nuevo y tienen la osadía de apuntar con su varita a los pocos alumnos de Hogwarts que intentan contraatacar las malas artes que surgen de mirar hacia otro lado. Porque hacer la vista gorda, señores, forma parte del problema y nunca de la solución.
«Para que triunfe el mal, basta con que los hombres de bien no hagan nada»
Edmund Burke
*Muggles: Ser humano que no tiene habilidades mágicas.
*Mortífago: Seguidores del mago tenebroso Lord Voldemort en la saga “Harry Porter” de K.J. Rowling