Pozán de Vero ha sido uno de los ayuntamientos pioneros en la Comarca del Somontano en poner a disposición de su escuela un comedor para permitir que los niños puedan pasar una jornada escolar entera en dicha localidad sin necesidad de realizar transportes a sus pueblos de origen para comer y de esta forma favorecer la conciliación laboral y familiar de sus padres.
La escuela de Pozán de Vero, perteneciente al CRA Vero Alcanadre, cuenta con una veintena de niños procedentes de la propia localidad pero también de otras vecinas como Adahuesca, Castillazuelo, Buera, Huerta de Vero y Colungo. Antes de que se pusiera en marcha este comedor, los hijos de estas poblaciones debían de marchar a sus casas al mediodía para comer y regresar a las tres a la escuela.
La Corporación municipal, presidida por el socialista José María Mur, se planteó al llegar a la alcaldía hace seis años abordar la cuestión de crear un comedor para usos sociales. La propuesta, como explica el alcalde, provino de un vecino y padre de alumno que planteó al Ayuntamiento la posibilidad de dar dicho servicio para evitar desplazamientos a los niños.
El Ayuntamiento vio con buenos ojos la propuesta y se puso manos a la obra. Hace cinco años contrató a una monitora para ofrecer el almuerzo a los niños que acuden a la unidad escolar de Pozán de Vero y realizar labores de limpieza en el colegio. Pero se consideró que era preferible que los niños tuvieran un espacio propio fuera del centro escolar para comer y pasar las dos horas entre clase y clase. Así se decidió aprovechar el espacio del antiguo bar cafetería propiedad del Ayuntamiento para convertirlo en comedor. Hace dos años se realizó una primera reforma pero el presente año, con fondos procedentes del Centro de Desarrollo Rural del Somontano, se acometió una actuación integral para que el comedor se ajustara a las normativas de sanidad, consumo e higiene que marca la legislación. Se destinó un cuarto específico para la empleada, se reformó la cocina y se cumplieron con todos los requisitos que marca el Gobierno de Aragón.
La iniciativa ha sido muy bien acogida por parte de los padres de los alumnos y ha tenido consecuencias en el centro, ya que como explica el alcalde «ha permitido que la escuela se mantenga y gane niños porque los padres de pueblos cercanos que antes los llevaban a otros centros ahora los llevan aquí y para ellos es una comodidad, los dejan a las 9 y los recogen a las 5». Además, parte de los gastos de la comida de los niños está sufragada por el Ministerio de Educación.
Aunque exclusivamente se utiliza como comedor escolar, José María Mur recalca que en él pueden comer toda aquella persona que lo solicité, con unos precios sociales. «El único requisito es avisar con antelación», apunta Mur. En este sentido, el Ayuntamiento ha informado a través de cartas a todos los vecinos de Pozán que pueden hacer uso de este comedor.
Por su parte, Laura Bruned ha encontrado gracias a este servicio un trabajo de monitora a unos cinco minutos de su pueblo, Huerta de Vero. Su jornada va desde las 9 a hasta las 17 h y comprende tareas de monitora, cocinera y limpieza. «Desde que llegan a las 9 estoy con ellos cuidándolos hasta que van a clase y se van a sus casas. Yo no había trabajado nunca como monitora. Al principio fue fácil porque sólo tenía cinco niños pero ahora tengo hasta 20 y los profesores de las escuelas de Pozán, Alquézar y Castillazuelo». El menú va oscilando entre la pasta, legumbres, verduras, arroces, sopas, … «Cuando empecé me dejaron los menús de otras escuelas de Barbastro y ahora voy alternando las comidas».
Para Laura la apertura de este comedor «ha servido para mucho, porque yo como madre de alumna tenía problemas para ir a buscar a mi hija y llevarla a la escuela y recogerla».
Los niños se muestran encantados con esta iniciativa y ayudan a poner y recoger la mesa. «Nos gusta mucho la comida que hace Laura, aunque a mí no me gustan las lentejas», explica uno de los niños.