Superada la situación más grave de la crisis sanitaria ahora toca afrontar las consecuencias económicas y sociales derivadas de ella. Las consecuencias ya son visibles, instituciones y organismos fijan caídas del PIB para todos los países de la UE que en el caso de los países más afectados (Italia, España, Francia) podrán llegar a ser de dos dígitos para este ejercicio. También es cierto que esos mismos organismos prevén una fuerte recuperación para 2021.
El impacto de la pandemia tiene lugar cuando todavía eran visibles en muchos aspectos las consecuencias de la pasada crisis. Afortunadamente esta vez hemos dejado atrás la austeridad autoimpuesta y hoy incluso desde posiciones liberales se está exigiendo a los estados la puesta en marcha de medidas de corte expansivo para amortiguar los efectos de la crisis.
En nuestro país las medidas económicas adoptadas por el Gobierno han ido dirigidas a amortiguar el impacto de la crisis en las rentas de las familias así como de las empresas y fortalecer el sistema sanitario para atajar definitivamente las consecuencias del Covid-19. Estas políticas además de contar con un amplio respaldo social han supuesto un impulso estimado de entre el 3 y el 5% del PIB.
El impacto ha sido positivo en el corto plazo, lo estamos viendo con la aprobación y ampliación de los ERTEs que han permitido mantener el empleo a millones de españoles frente a una caída tan importante de la actividad. O las operaciones de financiación avaladas por el ICO que han garantizado liquidez a empresas y autónomos, que en la provincia de Huesca han llegado a 4.000 operaciones.
Y ahora también debemos pensar de qué manera queremos salir de la crisis, y para ello las próximas semanas van a ser fundamentales. Por un lado, en el plano europeo esta semana se celebra la ansiada reunión del Consejo donde se debe avanzar definitivamente en la aprobación del fondo para la recuperación, dotado con 750.000 millones de euros. El resultado de esta negociación marcará la elaboración de los presupuestos generales del estado que deberán tramitarse a la vuelta del verano y que serán el pilar fundamental de la recuperación.
No podemos obviar que si queremos afrontar el futuro con mayores garantías debemos poner en marcha una serie de reformas estructurales pendientes y que, tras esta crisis, se han evidenciado más necesarias si cabe. Es necesario fortalecer el sector industrial en nuestro país (también el farmacéutico y sanitario), apostar por una transición ecológica justa como vector de desarrollo o avanzar en el proceso de digitalización de la economía. Y lo debemos hacer mejorando la cualificación de los trabajadores al tiempo que apostamos por la inclusión social. En definitiva, se trata de llevar a cabo reformas que hagan más resiliente a nuestra economía, apostando por la productividad y la justicia social.
La recuperación será importante en 2021 y 2022 y la previsión de la gran mayoría de estudios es que recuperemos el nivel económico previo a la crisis sobre el segundo semestre de 2022. Pero para apuntalar el crecimiento, hacerlo más sostenible y sostenido y para no dejar a nadie atrás será necesario llegar a acuerdos amplios.
Como he podido comprobar en las últimas semanas en el Senado todos los grupos políticos compartimos la necesidad de que el Estado impuse y amplíe las medidas económicas puestas ya en marcha. Pero en los siguientes pasos tocará ampliar la mirada y ver más allá del corto plazo y allí también será necesario mantener esos acuerdos, cuestión que no será sencilla. Me refiero a la necesidad de aprobar unos presupuestos generales del estado, de poner en marcha las reformas estructurales necesarias y dotar de suficiencia y justicia a nuestro sistema fiscal.
Y llegados a este punto, debemos reafirmar si queremos tener un Estado del Bienestar preparado y acorde con las demandas de los ciudadanos, si queremos adaptar nuestro modelo productivo al presente y al futuro y si queremos hacerlo reduciendo el peso de la deuda para evitar vulnerabilidades futuras. A mí sólo se me ocurre una opción, espero que podamos encontrarnos en ese camino.