Hasta el 17 de noviembre podrá visitarse, en la sala de temporales del Museo Diocesano de Barbastro – Monzón, la exposición: Envases, envueltas y carteles; publicidad en miniatura. La muestra está organizada con motivo del 24 aniversario de la gestoría Franco Molina. En ella, Franco Molina, coleccionista de historias y de objetos relacionados con su querido Barbastro nos ofrece un viaje lleno de nostalgia a comercios ya desaparecidos pero que sigue en la memoria de los más mayores de la capital del Somontano.
Esta exposición es un prólogo de un programa de actos que se desarrollará a lo largo de 2020. La publicidad en carteles, ilustraciones, etiquetas, envases, … es la protagonista de esta exposición que pretende ser un homenaje al pequeño y gran comercio familiar que ha surgido en Barbastro durante siglos. Así nos lo explica el autor de la exposición:
«Este proceloso, a la vez que excitante, oficio de ejercer de empresario nació unido al burgo, en el burgo, en un perfecto sincronismo que une burgo-ciudad y comercio. El comerciante, el que ejerce actos de comercio, persona física o compañías mercantiles o industriales, como se le denomina en el Código de Comercio desde 1885, se apoya decididamente en la publicidad -que utiliza formas, colores y tipografías- para dar a conocer su negocio, su marca, y en todo caso, para posicionar su trabajo, su pericia, para consolidar el proyecto alumbrado con el fin de diferenciarse de la competencia y ser recordado.
Esta exposición llena de color y formas es también un homenaje a los valientes que defienden, o defendieron en el pasado, sus establecimientos para ofrecer con orgullo su mercadeo».