Desde el 1 de septiembre los clientes que acuden al mostrador del entrañable establecimiento Casa Allué, en la calle Mayor de Barbastro, ya no se encuentran a Loli Allué y Antonio Barón. El 30 de agosto fue su último día de trabajo al que aguardaba una merecida jubilación después de heredar el comercio del padre de Loli, Miguel Allué, el panadero de Bárcabo, que cambió la panadería en su población natal para emprender un negocio de piensos y cereales en un Barbastro que iniciaba su particular desarrollismo en la segunda mitad del siglo XX.
“Mi suegro dejó Bárcabo cuando se produjo la despoblación. Como en Barbastro había muchas panaderías y buscó otro tipo de negocio. En el pueblo manejaba el tema de los cereales y cogió el traspaso de una tienda de piensos porque, entonces, en todas las casas había pollos, gallinas, conejos, cerdos, … Con el boom de las cooperativas, aquello fue a menos y hemos ido adaptándonos y reciclándonos con la evolución de los productos: Mucho tomate rosa, flores, plantero, fruta de cercanía, … hacemos producto de proximidad, km 0, y con el mercado de Zaragoza y de Lérida”, explica Barón.
Casa Allué de Barbastro se funda en 1960 en calle Argensola 12 y en 2009 el matrimonio toma el relevo generacional y lo establece en el número 15. Allí se han convertido en este siglo XXI en una referencia para los paladares más gourmet, pero conservando ese encanto y trato personal de las tiendas de barrio. Un ejemplo son las legumbres, muy solicitadas para los amantes de la fabada. “Tenemos 32 clases, todo nacional, vendidas a granel”, explica Antonio.
Loli no oculta cierta melancolía por su jubilación:
“Me da pena porque yo he estado toda la vida en el negocio, he nacido dentro de él, lo he mamado y vivido. Me está costando, pero todo tiene su momento y ha llegado. Además, no tenemos continuidad, porque nuestra hija vive y trabaja en Londres”, cuenta.
Pero en el fondo hay alegría porque el negocio iniciado por su padre y transformado por ellos continua con nueva gerencia, otra pareja, en este caso de Bierge, David y Yuni. “Son jóvenes y tienen muchas ganas. Van a seguir la misma línea que hemos llevado nosotros, aunque en estas tiendas se irán renovando en función de la demanda”, cuenta Loli.
También continuará su esencia para seguir siendo referente de la huerta de Barbastro: Tomate rosa, híbrido, calabacín, pepino, judietas, cebolla de Fuentes, semillas, planteros, flores, frutos secos, olivas, … “Todo es de la zona, judía y fruta de Fraga, avellanas de Reus, nueces de casa, comida de pájaros, … Mi padre sólo vendía pienso y fíjate si nos hemos tenido que renovar. Estamos muy contentos y es una buena noticia que haya relevo y también para nuestros clientes”, declara Loli.
Ver esta publicación en Instagram
2 comentarios
Nunca he comido tomates tan buenos como los de vuestra tienda! Un abrazo y disfrutad de la jubilación!
Muchas felicidades por la jubilación más que merecida, Salud para todos i para la pareja que continuarán en vuestro negocio mucha suerte, un abrazo muy fuerte para Antonio i Loli.