La XXI edición de Replega, Feria del Coleccionismo Popular y General, cerró sus puertas este domingo con un notable éxito, logrando un récord de participación en comparación con ediciones anteriores. Este año, la feria contó con la presencia de 43 comercios y 52 clubes, lo que la distingue de otras muestras similares a nivel nacional.
El concejal de IFM, Jairo Sánchez, subrayó que esta edición ha sido un verdadero récord, tanto en la participación de comercios y clubes como en la afluencia de miles de coleccionistas que acudieron a la Azucarera. La feria del disco fue uno de los grandes éxitos, atrayendo a numerosos asistentes, mientras que la colección de bonsáis también captó una gran atención. «Ahora comenzamos a trabajar en la vigésima segunda edición, que cambiará de ubicación debido a la rehabilitación del actual recinto», añadió Sánchez.
Desde las primeras horas del sábado, la Azucarera se vio repleta de coleccionistas que, en un ambiente vibrante, intercambiaban, compraban y vendían sus tesoros. Muchos de ellos regresan año tras año a Replega, creando lazos de amistad duraderos. El material promocional de la feria se agotó rápidamente, ayudando a que el nombre de Monzón se escuche en todo el mundo.
Este año, la dirección de la feria estuvo a cargo de Chorche Paniello y José Luis Escutia. Entre las novedades, destacaron el primer tren del coleccionismo desde Zaragoza, los tarjetones prefranqueados con la imagen de la fuente de los seis caños de Fonz, patrocinados por su ayuntamiento, y un matasellos especial de Replega. La dirección también contó con el apoyo de El Troc, que celebró su 30º aniversario y fue homenajeado con una placa de cava.
Chorche Paniello expresó su satisfacción con la presente edición, destacando el récord de participación de clubes y la llegada de autobuses desde el Delta del Ebro y Granada, sumando nuevos coleccionistas a los miles que asisten anualmente. «Hemos recibido impresiones muy positivas, por lo que cerramos la muestra con un balance muy positivo», comentó.
José Luis Escutia, por su parte, resaltó el aumento en el número de comercios, lo que permitió que ambas plantas de la Azucarera estuvieran llenas de actividad. Las colecciones de radios en miniatura y bonsáis fueron especialmente populares. «La pequeña encuesta que realizamos entre los comerciantes arrojó valoraciones muy positivas, así que ya estamos pensando en la edición de 2025», concluyó Escutia.
Este año, el pin representaba un bonsái, mientras que Vicente Torres fue el autor del punto de libro que se distribuyó en la muestra. La procedencia de los clubes y asociaciones participantes fue diversa, con 34 provenientes de Cataluña, 9 de Aragón, 2 de Andorra, 2 del País Vasco, 2 de Asturias, 1 de Portugal, 1 de Valencia y 1 de Madrid.
Las placas de cava fueron dedicadas a El Troc por sus 30 años, así como a Manuel Aguilera, Alex Serrano, Elisa García Sáez y Damián Moreno. Los sobres de azúcar, por su parte, homenajearon a Jesús Cirac, Diego Lezaum, María José Arellano, Eugenio Arnao, Isabel Marco y Elena Gusano. Las exposiciones de este año incluyeron «Materiales de la escuela de ayer» de Carlos Faro, «Numismática: de la moneda celta al euro» de Carlos Segarra, «El arte en la pegatina social y política» del Centro de Recuperación de Pegatinas, «Bonsáis» de Arturo Valenzuela, «Radios en miniatura» de Manuel Laplana, «Minerales» de Arturo Valenzuela y «Filatelia de Replega» de Salvador Alriols.